Al acabar la misión anterior, Lo que hicieron, comenzará automáticamente esta otra. No tenemos ninguna otra opción más que completarla para poder avanzar, así que... eso. Hay que completarla si queremos recuperar la libertad de movimientos.
De momento sal de la habitación y avanza, bajando por las escaleras, pero no tuerzas la esquina, pégate a la pared al pie de las escaleras y verás un grupo de enemigos humanos en la entrada principal. Desde aquí puedes darles un buen susto antes de que tengan tiempo a devolverte los disparos.
Cuando salgáis de la casa, quédate cerca de Mike y no dispares a los zánganos. El viejo sabe esconderse en los mejores sitios, así que agáchate a su lado y deja que los mutantes se lleven por delante a los saqueadores. Dispara únicamente si los humanos consiguen derrotar a los monstruos.
Aún habrá que cruzar un par de calles después de la primera parada, y en el resto de paradas los humanos llevan ventaja, así que tendrás que disparar. Tu compañero no se quedará quieto, pero no cuentes con que elimine a demasiados enemigos. Una vez acabes con el francotirador que está sobre el tejado de la gasolinera, puedes respirar tranquilo, tienes las motos muy cerca, y podrás huir de esta maldita zona.
En principio, lo que te queda de misión no debería suponer ningún riesgo, salvo que por algún extraño motivo te toparas con enemigos, aunque el juego no parece estar diseñado de esa manera. Lo único que debes hacer es ir conduciendo, mientras hablas con Iron Mike, hasta volver al campamento. La misión terminará poco después de la secuencia de rigor.
La Historia Ganándose el sustento sube al 31%, Todos tenemos una historia al 46%, Descansando en paz al 43%. Esta misión dará paso a dos nuevas misiones. Comienza con Me vendría bien una mano y, cuando la hayas completado, pasa a En el cumpleaños de Herodes.
