Al terminar Son muchísimos veremos que las cosas en el exterior de la escuela se han complicado bastante. Hay un montón de saqueadores y engendros por toda la parte exterior del recinto escolar.
Desde donde empiezas tienes una buena posición de disparo, podrás cargarte a varios saqueadores por la espalda sin siquiera moverte. Y no tardarás en ver pequeños enjambres de zánganos alrededor de ellos, así que, si ves la ocasión clara, no dudes en lanzar un explosivo para quitar de en medio a varios enemigos a la vez.
Una vez hayas neutralizado por completo toda la amenaza, el propio Deacon dirá que la cosa ya es segura y hay que volver a la moto. Por el camino te irán atacando más enemigos, incluyendo un pesado con ametralladora ligera. Por suerte, el camino es bastante estrecho y tienes coberturas a los lados en las que parapetarte para abrir fuego sin peligro.
Después de este segundo enfrentamiento verás una secuencia. Ahora habrá que atravesar el parking, lleno de saqueadores. Tu compañera irá lanzando bombas de humo, pero no es que vayan a ser especialmente efectivas. Tú simplemente ve avanzando de punto seguro en punto seguro y dispara a los enemigos cercanos.
Mucho cuidado porque hay un mínimo de otros dos pesados por el camino. Uno está bastante lejos y tardará en llegar, pero hay otro en medio del parking. No te quedes al descubierto hasta haber neutralizado por lo menos a este segundo enemigo con ametralladora ligera o te acribillará a balazos en un instante.
Una vez la zona sea segura (ve hasta la moto para asegurarte de que no queda ningún rezagado) tendrás que volver para recoger el centrifugador y dirigirte por fin a la moto para completar la misión.
La Historia No me rendiré nunca sube al 37%. Ahora tenemos varias tareas secundarias disponibles antes de seguir. Así que, como siempre, te damos el listado recomendado. La última sería la misión para seguir con la historia: