Esta misión forma parte del bloque de secundarias que te recomendamos llevar a cabo al final de Una guerra que podemos ganar. Para dar con este lugar, como otras veces, dirígete a las inmediaciones del punto que te señalamos en el mapa, al nordeste de Wizard Island, y Deacon señalará la presencia del campamento.
El sitio es bastante obvia si miras hacia arriba, porque hay una gran humareda y, como dijo el sabio Laguna "Por el halo se sabe dónde está el fuego".
Si lanzas explosivos y es de noche, es bastante posible que atraigas a una pequeña cantidad de engendros que te hagan el trabajo sucio.
En total tienes a 15 emboscadores a los que quitar de en medio, siguiendo cualquier medio que consideres oportuno. A estas alturas, lo más seguro es que termines mucho antes usando sistemas de ataque directos que buscando el sigilo y acabar con ellos uno a uno, todo depende de tus niveles de armamento y vitalidad. No obstante, si has estado siguiendo la guía, deberías estar ya en ese punto en el que la mayoría de enemigos son simples piedrecitas en el camino.
Una vez los hayas quitado de en medio, como con todos los demás campamentos, nos toca dar con el búnker secreto y el mapa correspondiente. En esta ocasión, la trampilla al refugio está en un sitio bastante evidente, sobre todo teniendo en cuenta lo grande que es este campamento de emboscadores.
Tienes que ir a las vías del tren, donde está la separación entre los vagones del ferrocarril descarrilado. Darás con la escotilla cuadrada junto a ellas, una vez sabes de la ubicación no tiene pérdida.
La Historia Cazador de emboscadores sube al 79%. Consulta el final de Una guerra que podemos ganar para ver qué te recomendamos hacer ahora.