Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es el Oso rúnico, un jefe opcional al que encontraremos en la Cueva soterraña.
Oso rúnico, estrategias y cómo derrotarlo
- Vulnerable a: Físico (Tajo), Fuego.
- Fuerte contra: Hemorragia, Congelación.
- Objetos que deja caer: Runas x2.600, Talismán con dragón hechicero.
El Oso rúnico es un jefe que juega con una gran ventaja: su enorme tamaño. No tiene más que un par de ataques, pero con todos ellos tiene bastante posibilidades de alcanzarte por lejos que estés y, por razones obvias, es muy complicado bloquear los golpes, es mejor intentar esquivarlos.
Si te alejas más de la cuenta, se lanzará sobre ti. Es de los peores ataques que puede hacer, no podrás esquivarlo fácilmente.
El truco está en colocarse justo debajo de su vientre si vas a melee, justo delante de una de sus patas traseras. Lo más seguro es que intente hacer el combo de dos golpes en barrido. Si estás justamente donde decimos, el oso no te alcanzará y podrás golpear unas cuantas veces. Ojo si ves que va a machacar el suelo, poniéndose a dos patas durante unos instantes. Debes intentar alejarte porque es un ataque con daño de área, y te dejará expuesto para comerte otro guantazo.
Otra posibilidad, también relacionada con sus ataques a media distancia, es que se te lance encima tras coger impulso. Entonces lo que va a hacer es agarrarte para hacer bastante daño con un ataque imparable. También puede usar el combo de dos golpes de nuevo, que a media distancia te alcanzará también con bastante seguridad.
El jefe es muy simple, pero muy bruto, no descartes tener que esperar a un golpe de suerte para agotar su barra de vida.