Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es Margit, el Augurio Caído, al que nos enfrentaremos durante Llegada al Necrolimbo.
Margit, el Augurio Caído, estrategias y cómo derrotarlo
- Vulnerable a: Daño Físico (Tajo).
- Fuerte contra: Fuego, Rayo, Sagrado.
- Objetos que deja caer: runas x12.000, Bolsa para talismán x1.
Antes de nada, puedes invocar al Hehicero Roger antes de pasar a la zona de combate. Será útil, aunque solamente sea como señuelo.
Además, te recomendamos que uses las Cenizas de lobo solitario para invocar los lobos. Todo lo que sea distraer a Margit será muy útil, como verás muy pronto.
Margit es un boss extremadamente agresivo y muy centrado en el combate a corta distancia. Cuenta con varios combos cuerpo a cuerpo que, aunque se pueden ver venir, cuentan con un timing un poco extraño. Presta especial atención a cuando levante el garrote sobre su cabeza y lo sujete con ambas manos para lanzar un golpe vertical: si esquivas hacia su izquierda y no te golpea, tendrás unos instantes para hacerle daño antes de retirarte para evitar que te golpee con la cola (no necesita girarse para hacerlo, así que date prisa).
Si escuchas un sonido eléctrico, salta hacia atrás. Va a hacer aparecer una daga en su mano izquierda, con la que te golpeará dos veces. Después del segundo golpe, puede saltar hacia atrás y lanzarte el cuchillo. En ocasiones no golpeará dos veces, sino que seguirá al primer golpe directamente con el garrote.
Si te alejas demasiado, te lanzará el cuchillo eléctrico, así que esquiva a un lado si pretendes jugar como ranged o mago.
Cuando sufra suficiente daño, hincará la rodilla y podrás atacar para hacer daño crítico. Aquí comenzará la segunda fase: sacará un martillo enorme, lo que es más amenazador que otra cosa. De hecho, es muy útil: si ves que salta al aire con el martillo, tienes que rodar hacia Margit mientras cae. Esquivarás el golpe y podrás atacar un par de veces.
Lo peor es que ahora sacará una espada eléctrica en lugar del cuchillo, lanzando un combo giratorio. Si cuentas con algún señuelo genial, en caso contrario, rueda una o dos veces hacia atrás y corre para salir de su alcance. Llegados a esta fase, te recomendamos limitarte a esperar el garrotazo con las dos manos o el martillazo para rematar el asunto.