Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es Mohg, el Augurio, un jefe opcional al que encontraremos en el Abismo de los Desamparados. Llegar hasta aquí es extremadamente complicado, pero te lo explicaremos en la sección en la que mostramos cómo llegar a la Llama Frenética.
Mohg, el Augurio, estrategias y cómo derrotarlo
- Vulnerable a: ????
- Fuerte contra: ???
- Objetos que deja caer: Runas x100.000, Sacrificio de la Llama de Sangre.
En primer lugar, debes tener cuidado con el tridente de Mohg. El timing para evitarlo es un poco raro si usa el golpe vertical, porque parece que la mano llegue mucho antes que la cabeza del arma.
Cuanto más apartado estés, aún dentro de su alcance, más fácil será de esquivar. Sus ataques físicos son obvios, relativamente sencillos de evitar.
El problema viene con los hechizos, especialmente los de sangre. Su magia más básica consiste en alzar una mano y crear una "ducha" de sangre. El contacto genera daño y acumula hemorragia, y ya sabes lo que pasará si la barra se llena, daño masivo. Para colmo de males, la sangre estalla en llamas, haciendo daño. El ataque tiene una variante en la que te lanza la sangre de lejos, el efecto será el mismo.
Como se te ocurra acercarte más de la cuenta, te va a meter una llamarada de tres pares de narices que te va a dejar como el pollo que aquella vez tus padres dejaron en el horno durante mucho más de lo necesario, y tuvieron que hacer un montón de puré de patata para que no pareciera una suela de zapato. Sólo que tú, en vez de puré de patata, tendrás que volver a empezar el combate.
Si has seguido la guía, tendrás el Grillete de Mohg. Podrás usarlo en dos ocasiones por cada intento que hagas para abatir al bicho. Si cuentas con una invocación, úsalo cuando tu espíritu esté cerca del bicho y acósalo con golpes pesados. Es relativamente fácil hacer que pierda la postura y hacer un crítico.