Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es Adán, el Ladrón del Fuego, un jefe opcional al que encontraremos en la Cárcel eterna del Malhechor.
Adán, el Ladrón del Fuego, estrategias y cómo derrotarlo
- Vulnerable a: ???
- Fuerte contra: ???
- Objetos que deja caer: Runas x3.800, Llama del dios caído.
Adán es un jefe tan peligroso como fácil de derrotar. Se trata de un hechicero armado con un mayal. Si consigue atinarte con uno de sus golpes, te hará MUCHO daño, así que procura llevar un escudo con protección física del 100%. Pero lo peor es su terrible hechizo de fuego en forma de esfera.
Lo lanzará, te hará daño, se quedará ahí unos instantes y luego explotará, con un enorme radio de alcance. Si ves bajar la bola y no te da tiempo a apuñalar a Adán por la espalda (para contar con frames de invencibilidad), huye.
Además, puede lanzar una llama frontal muy rápida. Por suerte, es un ataque con un alcance muy corto, y debes estar exactamente frente a él para que te haga daño.
El caso es que es muy sencillo apuñalar por la espalda a Adán, como puedes ver en el vídeo. Simplemente levanta el escudo, espera a que te ataque, rodéalo y hazle un par de agujeros en la ropa, que debe tener calor con tanta llama. Al estar tan cerca, casi siempre intentará golpear o usar la llama frontal, fallando miserablemente. Ojo porque a veces hará bajar la bola de fuego, si no consigues atacarle por la espalda, vas a sufrir daño, tanto como para hacerte un one-hit-kill.
Ten cuidado porque puede curarse usando viales, aunque esto juega en su desventaja: el tipo es idiota, y no se dará cuenta de que se le han acabado. Se curará una vez, y puede que lo intente mas veces, pero perderá el tiempo con una animación que te permitirá, de nuevo, abrirle una bonita raja en la espalda.