Elden Ring nos hará enfrentarnos a una buena cantidad de jefes a lo largo de su historia. Uno de ellos es Morgott, rey de los Augurios, al que nos enfrentaremos durante la exploración de la ciudad de Lyndell.
Morgott, rey de los Augurios, estrategias y cómo derrotarlo
- Vulnerable a: ????
- Fuerte contra: ???
- Objetos que deja caer: Runas x120.000, Gran Runa de Morgott, Recuerdo del rey de los Augurios.
Volvemos a vernos las caras con el pelmazo que nos partió la cara durante nuestro primer combate obligatorio contra un jefe. El combate vuelve a dividirse en dos fases. Durante la primera, Morgott cuenta con todos los ataques de su segunda fase original: puede lanzar las dagas, usar el martillo y golpear con el bastón, que ahora es una espada. El principal añadido es una lanza con la que puede atacarte a algo más de distancia y arrojártela.
El otro ataque nuevo es una peligrosa magia de espadas de luz. Tardará bastante tiempo en cargarla, así que, si ves que la invoca, huye tan lejos como puedas. Lo peor de todo es que dura muchísimo, así que, si te pilla de lleno, posiblemente palmes. Si puedes, golpea con ataques físicos pesados hasta hacer que hinque la rodilla y aprovecha para lanzar un crítico. Quieres hacerle daño máximo en la primera fase, para que la segunda dure lo menos posible, en serio.
Una vez le quites más del 50% de vida, pasa a la fase 2. Comenzará con una tremenda explosión mágica que puede llevarte por delante en un instante. Si has conseguido hacerle suficiente daño, el resto del combate no debería durar más que unos segundos. Si no has logrado que caiga al suelo para hacerle daño crítico, no debería tardar mucho en hacerlo, y podrás rematarlo antes de que suponga una auténtica amenaza. Como se te ocurra darle margen, ahora golpea sobre todo con la espada, y el buffo de daño extra que tendrá puede acabar con tu personaje con bastante velocidad y contundencia.