Justo al final del acto 2 de Baldur's Gate 3, después de tu encuentro con Ketheric Thorm y antes de dar comienzo al tramo final de la aventura y llegar a Puerta de Baldur, tendrás que tomar una decisión importante en lo que atañe al misterioso personaje llamado Emperador, el cual forma parte de una relevación sorprendente.
Como parte de nuestra guía, por si tienes dudas, aquí te vamos a contar qué ocurre si decides colaborar o no con el Emperador tras conocerlo en el plano astral y cómo esto puede afectar al transcurso de tu partida para que puedas tomar la elección más apropiada para ti.
¿Qué pasa si ayudas al Emperador?
Poco antes de llegar a Puerta de Baldur, tu grupo será sorprendido por un ataque de giths y conocerás en el plano astral al Emperador, un azotamentes que realmente llevas ya largo tiempo conociendo, pero todavía no lo sabes.
El Emperador te pedirá ayuda para derrotar a los githyankis que han invadido el plano astral, y tendrás que decidir si quieres colaborar con él.
En caso de que decidas unirte a su batalla, esto es lo que pasará:
- Tendrás que derrotar a los githyankis invasores, comenzando una lucha abierta contra esta raza a partir de ahora.
- Tras la batalla, el Emperador te revelará la historia de su pasado (tiempo atrás fue un aventurero como tú, que terminó convirtiéndose en lo que es ahora).
- En realidad, el Emperador es tu guardián (el visitante onírico) y lo ha sido todo este tiempo, solo que adoptó otra forma para que no desconfiaras de él desde el principio.
- Después de la charla, el Emperador te querrá hacer entrega de un Renacuajo astral.
- Si decides aceptar este renacuajo, tu personaje podrá desbloquear todo el potencial de los poderes ilícidos.
Ojo, aceptar el renacuajo también conlleva que tu personaje se convertirá a partir de ahora en un semiilícido, lo que quiere decir que le aparecerán venas negras por todo su cuerpo. Además, de ahora en adelante podrás proponerle al resto de compañeros de tu grupo infectados por el renacuajo que también consuman el renacuajo astral, de tal forma que estos tengan acceso a todos los poderes ilícidos como tú.
La elección de ingerir el renacuajo astral no es una mala idea si quieres sacar provecho de los poderes ilícidos. En cualquier caso, y al margen de este beneficio, ayudar al Emperador es la opción correcta para la historia. Por otro lado, si estás siendo bueno hasta ahora tiene todo el sentido del mundo, ya que al fin y al cabo él no es un mal personaje y te ha estado protegiendo de la infección.
Si decides aliarte con el Emperador, podréis compartir el mismo cometido y seguir colaborando juntos en el último acto del juego. Además, se te abrirá la puerta a un posible romance con el Emperador más adelante.
¿Qué sucede si atacas al Emperador?
Como opción alternativa, tras conocer al Emperador y oír su súplica de ayuda, aún puedes negarte a dársela y ponerte en su contra. Esto te lleva a tener que derrotarlo y, lamentablemente, también tiene unas consecuencias catastróficas.
- Esta opción te lleva a un final abrupto para tu partida. Si no quieres que tu partida se termine en este punto del juego, no debes matar al Emperador.
En caso de hacerlo perderás la protección que estabas recibiendo hasta ahora del visitante onírico, puesto que el Emperador es en realidad tu guardián. Así que una vez este muere, tu personaje se termina convirtiendo por completo en un azotamentes y cae rendido ante la Absoluta. Se podría considerar que este es un final malo (aunque un final, todo sea dicho).
A no ser que estés conforme con poner punto y final a tu partida en este momento, no te recomendamos que elijas atacar al Emperador ya que te perderás todo lo que tiene para ofrecerte el acto 3 del juego, que no es poca cosa. Es mejor colaborar con él. Más adelante tendrás otras oportunidades de obtener el final que más te guste.