Una vez hayas empezado el DLC, te encontrarás en un sitio que quizás te resulte familiar, pero está claro que "algo" no es igual que antes. Prepárate para una zona muy larga y plagada de peligrosísimos enemigos.
Sal de la capilla en la que te encuentras y mira a tu derecha. Verás que el camino sigue hacia arriba y tienes dos posibles rutas. Una parece bastante segura, siguiendo unas escaleras. La otra te hará pasar por un sendero, montaña arriba. Y por uno de ellos baja el primero de los antiguos cazadores, un enemigo normal que te encontrarás por esta zona. Verás cómo se encarga él mismo de los monstruos y luego tendrás que enfrentarte a él. Mucho cuidado, porque si te mantienes lejos tienes todas las de perder, en su lugar tienes que acercarte tanto como puedas.
Sube por el camino por el que bajaba el cazador y llegarás a una plaza donde hay más enemigos luchando entre sí. En lugar de ir hacia ellos, ve hacia la derecha por el sendero, matando a los perros hasta llegar a una escalera que debes subir. Cuidado con el cazador que estará esperando a medio camino porque lleva un peligroso rifle. Después sigue subiendo hasta que veas un grupo de monstruos: échate a un lado porque justo después verás rodar una gigantesca bola de fuego que los aplastará.
Al llegar arriba, no tengas prisa. Esos dos enemigos intentando abrir la puerta no van a ser tu rival, sino el enorme trol que los destrozará. Cuando lo quites de en medio, cruza las puertas y ve hasta el final de la nave de la iglesia. Eso que está al fondo posiblemente te recuerde a la Vicaria Amelia, pero en realidad es "otra cosa" que ya te contaremos más adelante. Del altar podrás recoger el Colgante de Ojo, que nos hará falta más adelante.
En este punto, tendremos que darnos la vuelta y salir de la catedral. Baja las escaleras, gira a la izquierda y verás una cueva que debes cruzar. Te encontrarás con unos cuantos enemigos de camino, y terminarás por llegar a una casa cuyas escaleras tienes que bajar. El destino es inconfundible: estás en medio de un camino de sangre. No deberías andarte con calma en este punto porque es una zona muy peligrosa: baja, gira a la izquierda y corre hasta ver una escalera justo a tu izquierda, para subir al puente y acabar con los cazadores. Desde aquí, ve recto, cruza el pasillo y te encontrarás con Simon, un NPC con el que debes hablar hasta agotar la conversación. Junto a él hay una puerta que debes abrir para crear un atajo al farol del principio.
Cuando lo tengas abierto, date la vuelta para regresar al puente y baja las escaleras que quedan a tu derecha. Cruza la cueva y llegarás a una nueva zona, que tampoco va a ser precisamente un paseo. Tendrás que eliminar a un par de enemigos y subir otro tramo de escaleras hasta una suerte de pantano de sangre: corre tanto como puedas hasta el fondo, hacia el enemigo gigantesco que viene armado con un enorme cañón.
La recomendación es que pases de largo del gigante del cañón, con cuidado del otro que te saldrá por la izquierda con un hacha y después de dejarlos atrás, ir por la izquierda hacia arriba hasta una cueva. No te detengas al entrar porque te saltará un enemigo por la espalda, espera a oírlo antes de detenerte.
Por fin hemos terminado esta primera zona, pero ahora nos espera, por desgracia, uno de los peores combates del juego. Ludwig, la Espada Sagrada te espera al final del camino.