Annalise es un personaje secundario, que se encuentra en una zona opcional. Esto significa que es perfectamente posible que no lleguemos siquiera a verlo si no sabemos dónde está. Por suerte, para eso estamos aquí, para explicarte cómo llegar hasta ella, qué tiene para ti y qué deberías hacer si sucede algo que pueda parecer completamente imposible de solucionar.
Cabe destacar que Annalise no tiene ninguna quest asociada, una vez compres las armas que puede ofrecerte, no tiene ninguna utilidad para ti en el juego.
Para empezar, tenemos que llegar al Castillo de Cainhurst, lo que implica darse antes un paseo hasta la Clínica de Iosefka, atravesar el castillo y derrotar al Mártir Logarius.
Después, equipando la Corona de ilusiones, podrás subir a la sala del trono, donde está Annalise.
No tienes más que jurarle lealtad y formarás parte del Juramento de los Sangrevil. Hablando con ella se pueden comprar las armas Chikage y Evelyn.
Ahora bien, si avanzas en la quest de Alfred, Annalise terminará muerta. Sólo que esto no es cierto del todo. Cuando el Ejecutor acabe con la vida de la reina, del trono podrás recoger unos pedazos de carne, que se quedarán guardados en tu inventario.
Con este más que extraño objeto encima, será necesario completar otra zona secundaria completamente opcional si tenemos intenciones de volver a ver a la Reina. Tienes que completar el Distrito de la Catedral Superior y derrotar al jefe de la zona, Ebrietas. En el lugar donde te has enfrentado a él hay un farol y un altar, el Altar de la Deseperación. Pues bien, podrás usar como ofrenda el trozo de carne que has cogido del trono de Annalise. Hecho esto, la próxima vez que vayas al trono de la Reina en el Castillo de Cainhurst la encontrarás ahí sentada, vivita y coleando. Efectivamente, la reina es algún tipo de ser inmortal y se reirá bastante de la confusión que acaba de crear.