Bloodborne cumple 10 años: ¿El mejor juego de FromSoftware?

Hoy se cumplen 10 años del lanzamiento de Bloodborne, una de las obras más queridas y aclamadas de FromSoftware. Recordamos la inolvidable aventura en Yharnam creada por Hidetaka Miyazaki.
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Actualizado: 23:55 24/3/2025

Debatir sobre cuál es el mejor juego de un estudio como FromSoftware no es una tarea precisamente sencilla. A fin de cuentas, hablamos de un estudio que en los últimos años ha hecho historia no solo creando una nueva forma de entender los juegos de rol y acción, sino también manteniendo una consistencia en la calidad de sus lanzamientos que muy rara vez se ve en esta industria.

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Por eso, cuando en tu currículum tienes obras maestras de la talla de Demon’s Souls, la trilogía Dark Souls, Sekiro: Shadows Die Twice o Elden Ring, quedarse solo con uno sobre el resto es algo que acaba respondiendo a cuestiones puramente personales. Sin embargo, hoy se cumplen 10 años desde el lanzamiento para PS4 del que para muchos es, y con razón, el juego más redondo, especial y fascinante del estudio. Un juego tan rematadamente bueno y tan absorbente que los fans llevamos todo un lustro clamando por una remasterización para PS5 y por una versión para PC que no parece llegar nunca. Por supuesto, hablamos de Bloodborne, una maravilla inigualable a la que hoy queremos felicitar por este aniversario tan importante con un pequeño artículo en el que vamos a repasar todos y cada uno de los motivos por los que nos conquistó.

Yharnam, la ciudad de las pesadillas

Hay montones de razones por las que Bloodborne se ha convertido en el juego favorito de FromSoftware de muchos jugadores, pero si hay una que creemos que es clave para entender su éxito, esa es sin duda su ambientación. En vez de apostar por el enésimo mundo de fantasía oscura, una temática un tanto saturada a estas alturas dentro del género, Hidetaka Miyazaki nos sorprendió a todos con un relato de terror cósmico que tenía lugar en Yharnam, una ciudad de estilo gótico en la que teníamos que sobrevivir cazando toda clase de temibles bestias.

captura oficial de bloodborne

Esto, de entrada, le confería a la obra un toque único que a día de hoy nadie ha conseguido replicar. Sí, hay juegos posteriores que se han inspirado en este universo, pero ninguno ha logrado llegarle a la suela de los zapatos en lo que a historia (una de las mejores y más complejas que se han contado en el medio a pesar de no tener una narrativa tradicional), arquitectura, inmersión y sensaciones se refiere, aspectos en los que también tienen mucho que decir su apabullante y retorcida dirección de arte, así como la forma tan perfecta en la que entiende los escritos de H.P. Lovecraft para dar forma a un mundo de pesadilla irrepetible.

El juego de FromSoftware que nos enseñó a llevar la iniciativa

En términos puramente jugables, Bloodborne es un juego de rol y acción que sigue muy de cerca la fórmula de los Souls que ha llevado al estudio a lo más alto. Es decir, tenemos el equivalente a las hogueras actuando como puntos de control y de viaje rápido, un mundo interconectado exquisitamente diseñado repleto de atajos, secretos y rutas alternativas que nos llevaban a sus diferentes regiones, montones de armas y piezas de equipo distintas, la muerte nos hace perder los puntos que nos permiten subir de nivel nuestros atributos y comerciar y no faltan los peculiares sistemas multijugador que tan populares se han hecho en los títulos de FromSoftware.

Si bien en lo que se refiere a diseño de niveles puro y duro es una de las mayores proezas que el estudio ha hecho nunca (por no hablar de cómo el mundo va cambiando a medida que avanzamos y adquirimos lucidez), lo que realmente marcó la diferencia en lo jugable respecto a Demon’s Souls y las dos primeras entregas de Dark Souls fue su sistema de combate.

imagen oficial de bloodborne

Mientras que en los títulos anteriormente mencionados se nos instaba a jugar a la defensiva, estudiando con cautela a nuestros rivales para encontrar huecos en su defensa mientras aprendemos a defendernos de ellos para poder pasar al contraataque, aquí jugar de esa manera probablemente acabaría con nosotros siendo destrozados y humillados. De hecho, ni siquiera teníamos un escudo que poder mantener levantado para protegernos (hay uno escondido que no sirve para casi nada, aunque la expansión introdujo un segundo algo más útil que tampoco solucionaba nada), así que si queríamos vencer, no nos quedaba otra que pasar a la ofensiva, mantener una actitud agresiva y esquivar con precisión para evitar los golpes sin olvidarnos de gestionar adecuadamente nuestra barra de resistencia.

Además, los parries pasaban a ser más arriesgados al tenerlos que realizar con un disparo de nuestra arma de fuego (aunque también solían conllevar mayores recompensas), y si nos golpeaban y queríamos evitar desperdiciar viales curativos, podíamos recuperar parte de nuestra salud perdida atacando en los siguientes instantes al impacto. Sumadle que nuestro personaje era bastante más ágil que en juegos anteriores y que los enemigos eran, en consecuencia, mucho más rápidos y agresivos, y entenderéis rápidamente el cambio tan drástico que esto supuso para todos los que veníamos de Dark Souls.

En cierto modo, se puede decir que este fue el juego que nos enseñó a llevar la iniciativa al luchar en títulos de este tipo, ya que era imprescindible mantener la ofensiva, pues cuanto más se alargaba una batalla, más aumentaban las probabilidades de que acabásemos cayendo derrotados, especialmente a la hora de hacer frente a alguno de los numerosos jefes que pueblan Yharnam, donde encontramos varios de los mejores enfrentamientos que ha diseñado FromSoftware jamás. Unos duelos épicos, muy desafiantes, con una puesta en escena soberbia y con varias fases que en la mayoría de casos nos son imposibles de olvidar.

Por cierto, tampoco podemos olvidarnos de las armas que podíamos encontrar, ya que las podíamos transformar durante una pelea, lo que cambiaba sus propiedades y sus movimientos, pudiendo, por ejemplo, convertir una espada ligera de una mano en un enorme espadón al usarla junto a su vaina, lo que aportaba mucha versatilidad al luchar.

Antiguos Cazadores, una expansión inmejorable que puso la guinda del pastel

Para rematar la jugada, unos meses después pudimos disfrutar de Antiguos Cazadores, la primera y única expansión que ha recibido Bloodborne, un broche de oro que terminó de poner la guinda del pastel al introducir nuevas y aterradoras zonas con un diseño exquisito, nuevas armas con las que seguir experimentando, muchísimo más trasfondo argumental que nos permitió completar los huecos que nos habían quedado anteriormente y, por si todo esto no fuese suficiente, también añadió los que son, sin lugar a dudas, los mejores y más desafiantes jefes de toda la obra, deleitándonos con batallas tan maravillosas como las que tuvimos contra Ludwig, Lady Maria o El Huérfano. Y todo ello manteniendo e incluso superando el nivel de la dirección de arte del juego base, algo también extensible a su apabullante banda sonora.

Una obra maestra que merece regresar con una nueva versión a la altura

A pesar de ser una obra maestra incuestionable, Bloodborne no se libró de algunas críticas en su día, como lo limitados que estábamos a la hora de desarrollar nuestras propias configuraciones de personaje en comparación a otros juegos del estudio. De igual modo, las Mazmorras Cáliz, las cuáles se generaban procedimentalmente y podían ser compartidas entre usuarios, no terminaron de convencer del todo por su anodino y repetitivo diseño.

Sin embargo, las mayores quejas tuvieron que ver con su apartado técnico, el cual sufría de un molesto stuttering y unas pantallas de carga muy difíciles de digerir que oscilaban entre los 30 y los 40 segundos, algo especialmente frustrante en un juego como este en el que la muerte es algo relativamente frecuente y el que teníamos que pasar por una cada vez que queríamos entrar o salir del Sueño del Cazador, el lugar en el que podíamos subir de nivel y realizar ciertas gestiones. Además, la resolución no era especialmente alta, lo que impedía que la imponente dirección de arte pudiese lucir todo lo bien que debería.

Por ello, Bloodborne es un juego que merece volver por todo lo alto con una nueva versión que aproveche las capacidades técnicas de PC y PS5. Aunque las mejoras se limiten únicamente a permitirnos jugar a 4K, 60 fps y con cargas instantáneas, ya supondría una diferencia más que considerable que haría del título algo mucho más disfrutable en la actualidad que hace 10 años. Sí, sabemos que gracias a la retrocompatibilidad de PS5 con PS4 podemos seguir jugando a este juegazo, pero creemos que una obra tan rematadamente buena, única e importante merece un tratamiento igual de especial, algo en lo que sabemos que no estamos solos y que nos hace confiar en que algún día en un futuro, este sueño de tantos cazadores se hará realidad.

Carlos Leiva
Redactor

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Más sobre Bloodborne

Bloodborne es un juego exclusivo de From Software, diseñado por Hidetaka Miyazaki, creador de Dark Souls y Demon's Souls. Como éstos, es un título de acción y rol en el que priman los enfrentamientos contra complicados enemigos que nos pondrán en apuros. La ambientación es entre gótica y apocalíptica, llevándonos a un mundo steampunk con armas de fuego y criaturas fantásticas.

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