Antes de nada, para poder llegar a esta zona es necesario haber avanzado en la historia del juego, como poco, hasta haber llegado al Viejo Yharnam y haber matado a la Bestia sedienta de sangre. En caso contrario, la puerta que vamos a cruzar no estará abierta.
Tenemos que partir desde el Farol del Distrito de la Gran Catedral, el lugar al que mandamos a los NPCs que nos ofrecen esa opción. Nada más bajar las escaleras junto al farol, mira a tu derecha y verás una puerta que, en condiciones normales, está cerrada. Sin embargo, si has derrotado al jefe que hemos mencionado, estará abierta. Hay un ascensor al otro lado, que debemos usar para subir.
Cuidado al llegar arriba, porque nos estará esperando uno de esos enemigos que están postrados en una silla de ruedas y está armado con una peligrosísima ametralladora, rodea la estancia para pillarlo por un lado y acabar con él para que deje de ser un incordio. Ahora, atraviesa la puerta y verás un puente que te lleva a una torre al otro lado. En cuanto hayas cruzado el puente, rodea la torre por la derecha y verás un punto desde el que dejarte caer.
Avanza un poco más y verás que te puedes meter en la torre, que está en ruinas y te encuentras sobre unas planchas de madera destrozadas. Lo que debes hacer es mirar hacia abajo para dar con un punto en el que descolgarte a unos tablones "cercanos". Ten en cuenta que hagas lo que hagas te vas a hacer bastante daño. Desde ese punto tendrás que seguir bajando hasta tocar suelo.
Al atravesar la puerta en la base de la torre estarás en el Antiguo taller abandonado. Aquí encontrarás un Tercio de cordón umbilical, que no debes consumir bajo ningún concepto.