Cuando hables con Triss, esta te explicará que tiene intenciones de conseguir que Philippa Eilhart (a la que Ciri llamaba Doña Lechuza) se una a la causa y ayude a detener de una vez por todas a la Cacería Salvaje. Tus decisiones y respuestas no tendrán ningún impacto en el devenir de la misión y, para seguir, Triss te llevará hasta los baños que regenta Dijkstra, donde está la lechuza de Zoltan... que ya no es tal lechuza.
Philippa ha hechizado a los hombres de Dijkstra y estos se volverán contra ti, así que no te quedará más remedio que eliminarlos.
Aún sin marionetas, la hechicera no se dejará atrapar y huirá por las alcantarillas, volviendo contra ti a Bart, el trol de seguridad. A él, sin embargo, no tienes por qué matarlo, simplemente puedes responder que quieres ayudarla y te dejará pasar.
Cuando avances un poco más, te encontrarás con Philippa en el espacio abierto de la cloaca y te echará encima a un elemental. Recuerda que puedes romper su defensa con Aard, pegarle un par de golpes y retirarte, o bien usar Quen para reflejar el daño y recuperar algo de vida.
Una vez lo hayas eliminado, te indicarán que debes conseguir acercarte a ella sin hacer ruido. La idea es que te acerques andando, no corriendo, aunque en realidad da igual que te escuche. Lo que pasa es que en cuanto te oiga empezará a echar venablos y unos cuantos hechizos con muy malas intenciones, pero no es nada realmente letal siempre que recurras a la Señal de Quen.
Después del numerito, Segismundo hará acto de presencia. Procura no ser desagradable con él, porque si has completado las misiones Ojo por ojo, Una conspiración mortal y La más buscada de Redania, se activará una nueva misión secundaria en la que el objetivo está claro: Radovid debe morir.