Aunque Hearts of Stone no incluya tantas misiones secundarias como el juego principal, hay unas cuantas misiones que podemos hacer además de las relacionadas directamente con la historia del DLC.
No te pierdas ninguna de ellas, porque algunas te permitirán conseguir un nuevo set de armadura o crear runas con las que mejorar todo tu equipo
Misiones secundarias en Hearts of Stone
Hechizar: Costes iniciales: Un mercader venido de una lejana tierra nos quiere hacer una oferta. Pero, desde luego no será algo barato para nuestro bolsillo, aunque ofrezca bastantes ventajas.
Hechizar: La calidad se paga: El mercader ofiri necesita aíun más cosas para sus negocios mágicos. Con las herramientas adecuadas podría crear algo realmente interesante para nuestro equipo.
Rosa sobre campo de gules: Incluso entre los bandidos, algunos tienen problema que requieren de los servicios de un brujo. Uno de los secuaces de Olgierd requiere de nuestra ayuda para zanjar una disputa.
Coleccionista ávido: Cuando uno da con una pieza de arte de las buenas, todo es cuestión de dar con el cliente adecuado. Entonces, nuestra inversión inicial se convertirá en dinero fácil.
Un oscuro legado: Una extraña estatua obtenida en una subasta nos llevará a un lugar bastante apartado. Ahí daremos con unos cuantos tesoros con los que ampliar nuestras riquezas.
Carreras: Veloces como el viento del oeste: Una nueva carrera de caballos nos espera en la primera expansión del juego. Y, como siempre, hay una jugosa recompensa esperando para aquellos que salgan victoriosos.
Cadena perpetua en Drakenborg: Hay gente que simplemente tiene mala suerte. Incluso cuando parece que se han librado de un mal destino, acaban simplemente saltando de la sartén a las brasas.
Sin rastro: El herborista ha perdido a su ayudante, en extrañas circunstancias. Habría que ver qué ha pasado con él para que, al menos, sepa si poner una oferta de empleo.
Una medianoche despejada: Incluso en medio de una misión bastante siniestra, Geralt es capaz de sacar partido emocional. Shani ya cayó una vez en sus brazos y podría volver a hacerlo.
Llega el recaudador de impuestos: Hacienda somos todos. Y cuando se descubre que has conseguido demasiado dinero demasiado rápido, las sospechas recaen directamente sobre ti en forma de recaudador.