Como parte de la misión principal Preparativos de la batalla, tenemos que hablar con Fringilla Vigo. La hechicera, que pasó mucho tiempo afincada en Toussaint, está en manos de Emhyr. El Emperador no tiene mucho aprecio por los magos (aún recuerda el asunto del erizo) y la ha mantenido presa durante mucho tiempo. Yennefer ha conseguido que salve el pellejo, pero para hablar con ella no podremos simplemente acercarnos a ella por las buenas.
En su lugar, tenemos que conseguir llegar hasta el bloqueo marítimo que Nilfgaard ha establecido en las Islas Skellige. Es más, tenemos que colarnos en el barco del Emperador, nada menos. Evidentemente, no podemos avisar de que nos dirigimos hacia allí, y no nos dejarán acercarnos tan fácilmente a un personaje tan importante.
Hay dos maneras de conseguir llegar hasta el objetivo. La primera y más segura es esperar a que se haga de noche y nadar hasta el barco. Al caer la oscuridad los arqueros no nos verán si estamos lejos y sólo tendremos que esquivar las luces que rodean los navíos. Los focos están fijos en puntos determinados, así que simplemente debes esquivarlos mientras te acercas al ancla del barco.
Por otra parte, podemos ir a pecho descubierto, con valentía, de día y navegando con una barca cualquiera. El objetivo será el mismo, llegar hasta el ancla del barco. El problema es que, con tanta luz, los arqueros nos verán desde lejos y nos acribillarán a flechazos casi hasta estar en la cadena. Entonces, nos reconocerán y dejarán de disparar. A buenas horas...
Una vez lleguemos hasta la cadena del ancla, independientemente del método escogido, sólo tenemos que examinarla para subir a bordo. Nuestras respuestas durante la conversación no influyen en lo que pase después. Fringilla se unirá a la causa y la misión habrá terminado.