Aunque el Lobo Blanco es una habilidoso espadachín, si por algo se caracterizan los brujos es por ser astutos, meticulosos y capaces, y tan importante es cómo se emplean durante los combates, como en la preparación y planificación de estos. Gracias a la alquimia podemos crear bombas, aceites para espadas, pociones y extractos, que nos facilitarán muchísimo las cosas. Si obviamos todas estas ayudas, los combates serán mucho más difíciles, casi imposibles en los niveles de dificultad más elevados.
Para poder crear estos objetos necesitamos fórmulas, que podemos encontrar en cofres repartidos por todo el mundo o comprar a los mercaderes, y luego conseguir los ingredientes, saqueando los cadáveres de los enemigos, recogiendo hierbas y hongos en los escenarios, o comprando todo tipo de elementos a los mercaderes.
Antes de entrar en detalle a explicaros en qué consisten las pociones, las bombas y los aceites, vamos a daros un consejos básicos, que vienen de la propia CD Projekt:
- Fabrica objetos tan pronto y a menudo como puedas, si tienes una fórmula y los ingredientes necesarios no te lo pienses y crea el objeto, nunca sabes cuándo vas a necesitar una poción o un aceite determinado.
- Comprar fórmulas en las tiendas, aunque puede suponer un gran desembolso económico, siempre es una buena idea, ya que nunca sabes si vas a encontrar esa fórmula en algún alijo mientras exploras el mundo.
- Las pociones y aceites de Geralt se rellenan automáticamente al meditar, siempre que tengas alcohol de alta graduación en el inventario. Así que ya sabes, no olvides llevar alcohol siempre encima.
- Muchas hierbas crecen en zonas y climas determinados, como pueden ser rocas, cuevas, aguas poco profundas o cultivos, así que siempre que estés en un nuevo escenario, dedica unos minutos a recoger hierbas.
- Las hierbas y los ingredientes apenas pesan en comparación con otros objetos del inventario, así que recoges todas las que puedas y no te preocupes por el peso. Los objetos que sí que tenemos que tener más cuidado a la hora de recoger son las armas y armaduras, que pesan mucho, así que en cuanto podamos, si no vamos a utilizarlas, debemos venderlas o desmontarlas en los herreros para conseguir ingredientes.
- Si te está costando encontrar alguna hierba determinada visita las tiendas de herboristas, que suelen tener un gran surtido.
- Los cubiles de monstruos que se indican en el mapa tienen muchos ingredientes en su interior, así que no dudes en visitarlos y destruirlos en cuanto tengas la ocasión, ya que además te proporcionan valiosos puntos de experiencia.
- Una vez que entras en combate no puedes aplicar aceite a la espada, pero sí podrás usar las pociones y las bombas. Por tanto no olvides planificarte antes de los combates, por el contexto de la situación, y diversas pistas, podemos saber a qué tipo de enemigo nos vamos a enfrentar.
- El bestiario es una herramienta imprescindible para conocer a los enemigos a los que nos enfrentamos. En él nos dicen los objetos que mejor funcionan para cada criatura (bestias, constructos, dracónidos, espectros, híbridos, insectoides, malditos, necrófagos, ogroides, relictos y vampiros), aunque antes debemos haber desbloqueado su entrada en el bestiario. Para ello hay que haber vencido al enemigo en cuestión al menos una vez, o haber leído la información en algún libro. Por ello es muy útil coger todos los libros que te encuentres en los escenarios y leerlos.
- Cuando te vayas a enfrentar a enemigos humanos, aplica a tu espada de acero veneno del ahorcado, el aceite más útil para estos enfrentamientos.
- Siempre ten equipada la poción golondrina (para recuperar vitalidad), ya que es la que más vas a usar durante los combates, y conviene tenerla a mano.
- Si se te ha ido la mano recogiendo objetos y te has sobrecargado de peso, tómate un extracto de demonibestia, que te otorga una bonificación de carga, y te da tiempo suficiente para encontrar un comercio y vender la mercancía.