Activa la misión y dirígete al marcador al sudeste de nuestra posición. Desde lejos verás que se trata de una fortificación: se trata de la Percha del Cuervo, un lugar que visitaremos con cierta frecuencia durante nuestros viajes por Velen.
Si en la misión anterior mataste a los clientes del bar no podrás cruzar el rastrillo y pasar por la puerta principal. En su lugar, te harán entrar al fortín, al menos la primera vez, por una cueva que descubrirás al hablar con el hombre junto al pozo de la plaza.
El tipo te pide una 15 coronas por señalar en el mapa dónde está la entrada. Si no quieres pagar, mira bajo estas líneas, nosotros te indicamos dónde está la entrada.
Lo hagas como lo hagas, el objetivo es el mismo: llegar hasta el Barón Sanguinario y hablar con él. La conversación con él no tiene consecuencias, responde lo que creas conveniente. El resumen de la conversación es bastante simple: el Barón sabe algo de Ciri y está dispuesto a contarnos una parte de ese "algo".
Se activará automáticamente una submisión llamada El Rey de los Lobos. Dado que a diferencia de otras misiones que se activan "en medio" de principales esta se activa y completa aquí mismo de forma totalmente obligatoria, preferimos indicarla más como un objetivo de esta misma misión que como una independiente.
Pasaremos a controlar a Ciri en la primera parte de los flashbacks de su viaje por Velen. Ten en cuenta que Ciri no tiene señales, pero al esquivar (no al rodar) se teletransporta, lo que da cierta ventaja sobre los enemigos. Avanza en este corto fragmento, matando a los lobos y ayudando a la niña, hasta volver al presente con el Barón Sanguinario. Ciri está viva, ha sido herida por alguien, pero sigue en camino hacia Dios sabe dónde.
Al terminar la conversación con el Barón, te informará de que su mujer y su hija han desaparecido. Saber qué fue de Ciri implica conseguir respuestas sobre la familia de este hombre, por lo que se activará la misión Asuntos familiares.