Localización
Seath, el descamado es el único de los dragones ancianos que quedan vivos en la época en la que transcurre el juego. En su momento traicionó a su propia especie, poniéndose del lado de Gwyn, Nito e Izalith, para conseguir un tesoro que lo hiciera inmortal. Ahora, ciego y loco por sus experimentos mágicos, se encuentra en la Cueva de cristal protegiendo aquello que le concedió lo que más ansiaba. Por desgracia, se ha convertido en la única manera de llegar al Horno de la Primera llama y poder reavivar el fuego, así que debe morir.
Estrategia para derrotarlo
- Hay dos combates contra Seath, y no siguen las normas habituales del resto de jefes. De hecho no puedes dañarlo siquiera en el primer encuentro.
- La primera vez tendrás que dejar que te mate. Si no quieres perder tus almas, ten equipado un Anillo de Sacrificio. Para evitar problemas con la Maldición, sería mejor que, por si acaso, tengas puesto el Anillo de Sacrificio raro.
- En el segundo combate, para poder hacerle daño, tienes que ir al fondo de la cueva y golpear el cristal. Entonces podrás dañarlo.
- Te interesa cortar su cola, pero no deberías ponerte detrás de él, al menos no directamente.
En lugar de eso, ponte en un costado, desde el que podrás cortarla y conseguir el arma que deja caer.
- En cuanto al resto del combate, no te alejes o usará el rayo de maldición, su ataque más letal. No te interesa que te maldiga, evidentemente, así que es el ataque que debes evitar.
- Sus ataques cuerpo a cuerpo no son peligrosos, pero no te pongas a su espalda, como indicamos arriba. Si lo haces, usará un ataque de área bastante grande y prácticamente mortal de necesidad.
- Procura llevar defensa contra magia y contra Maldición.
Posibles recompensas
- Almas: 60.000 (NG), 120.000 (NG+).
- Espadón de Luz de Luna (debes cortarle la cola).
- Humanidad.
- Alma de Señor.