Localización
Al final de Profundidades tendrás que hacer frente al Dragón boquiabierto, una criatura deforme y peligrosa que sólo tiene una cosa en mente: sacarte las tripas para ver a qué sabe un elegido. Evidentemente, no vamos a ser amables y ofrecerle ese capricho, sino que vamos a corresponderle destrozándolo aún más de lo que ya está.
Estrategia para derrotarlo
- Para empezar, y como detalle a tener en cuenta para prepararte de cara al combate: es vulnerable al daño por rayo. Resinas de pino dorada o armas con este elemento pueden serte muy prácticas.
- En la zona de niebla justo antes del combate hay una señal de invocación para Solaire. Si lo liberaste, también puedes ver la de Lautrec. No es muy recomendable invocar a los dos, porque el combate se volverá mucho más complicado. Si sólo eliges a uno, que sea Solaire.
- Mata al enemigo hechicero que está subiendo las escaleras de la zona.
Así el dragón perderá un bonus de ataque y, por supuesto, no recibirás ataques mágicos mientras luchas.
- La pelea se divide en dos partes: hasta que le quitas la mitad de la vida, y después de superar esa barrera.
- Durante la primera parte, basta con estar lejos y esperar a que cargue contra ti: te apartas, el bicho se da un guantazo importante y queda aturdido unos segundos.
- Después de quitarle la mitad de la vida, empieza a expulsar ácido al acercarse, lo que puede hacerte algo de daño constante que no sólo es peligroso, sino que puede romper tus armas (no permanentemente, pero dejarán de ser útiles).
- Si te quedas entre sus patas, puedes hacerle mucho daño, aunque te hace un ligero daño con cada pisotón.
- Asegúrate de romper su cola para conseguir un arma.
Posibles recompensas
- Almas: 25.000 (NG), 75.000 (NG+).
- Llave de la Ciudad Infestada.
- Hueso de regreso.
- Gran hacha Rey Dragón (tienes que cortarle la cola).
- Humanidad.