Al final de Templo de Senpo, te explicamos cuál es la ruta a seguir desde el Castillo Ashina para llegar a nuestro siguiente destino, como siempre. Como ya has visto, los enemigos son bastante flojos en el cuerpo a cuerpo, pero son mucho más precisos y letales con las armas de fuego. Acorta distancias en cuanto sea posible.
Bien, desde donde estamos, vamos a dejarnos caer por el acantilado.
Fíjate bien en la ruta bajo estas líneas, porque empezará a dispararte una ráfaga constante que no parará hasta llegar a la tercera plataforma.
Nada más llegar te estará esperando un miniboss, Shirafui Ojos de la serpiente. Ojito a su ataque imparable porque es de enganche y te soltará un escopetazo en la boca. Puedes envenenarlo usando la Sabimaru, cuando acabes con él conseguirás una Cuenta de oración. Si por lo que sea te ha hecho gastar mucha agua de calabaza, usa el ídolo para volver arriba y repetir.
Ahora avanza por la oreja derecha del buda, tendrás que pegarte a una cornisa para seguir. Cruza el puente a toda pastilla y atento porque habrá un momento en que te caerás si no saltas, usa el gancho con un árbol mientras caes para continuar ascendiendo por la otra cornisa. Masacra a todos los enemigos de la pared de roca. Ahora, con la cosa más calmada, estás buscando esta empalizada.
Ahí detrás hay dos de esos tipos con escopetas. El truco está en subirte a la empalizada y hacer que te vean, luego te dejas caer por el lado que has venido y rápidamente se olvidan de ti. Así, mientras vuelven a su puesto, tú puedes regalarles unas cuantas puñaladas por la espalda. Avanza por el camino del fondo hasta el Ídolo Fuerte del cañón.
No prestes demasiada atención a lo que se ve debajo del puente, son un par de sellos y desde ellos se ve un objeto, pero no llegas desde aquí. Simplemente avanza. Llegarás hasta el minijefe Ciempiés patas largas Jirafa, otro como el del Templo de Senpo. No es tu primer baile y es el tipo de minijefe más sencillo de todo el juego. Conseguirás una Cuenta de oración al matarlo, como siempre.
Justo detrás de él, en el altar, está el Abanico grande, que sirve para crear la herramienta Secuestro divino. Abre la puerta del fondo para continuar (hace falta la Llave del santuario del fuerte del cañón que conseguimos hace tiempo. Si no la tienes, ve a hablar con Kuro a la Habitación de Kuro).
Estamos en el Pasadizo del Valle Sumergido, aunque lo vamos a tratar como la misma zona. Si recuerdas, es el lugar donde te hicimos ir al final de la zona anterior y que no parecía servir de nada. Pronto sabrás para qué sirve. Empieza por cruzar el puente que tienes delante.
La megaserpiente albina gigantesca está de vuelta. Después del susto mortal que te llevas, caes al lago. Cada vez que veas la marca de ataque imparable, defiéndete, va a atacar y puedes pararlo. Ten en cuenta que, por este lago, hay varias Carpas tesoro que puedes matar para conseguir escamas, lo que no te vendrá nada mal.
El objetivo es llegar al punto donde está la cabeza de la serpiente, entre ataque y ataque es posible llegar sin ningún problema. En el lado derecho, cerca de ella, hay una roca con un pequeño túnel que sirve para despistarla y colarte por el túnel que tiene detras.
Activa el Ídolo Cueva hendida y empieza el ascenso. Mucho cuidado al salir de la pequeña cueva porque habrá monos disparando y atacándote con espadas. Ve balanceándote por las estatuas, hasta acabar con tres o cuatro monos y dos tengu como los del castillo, que estarán esperándote al bajar de la última estatua.
Con la zona despejada, tanto desde un acantilado como desde el otro puedes ver una gran cantidad de monos concentrados al otro lado del barranco, o bajo tu ubicación, según en que lado estés.
Salta entre ellos y organiza una auténtica escabechina animal, luego continúa por la siguiente estatua, desde ahí salta hacia el acantilado que se ve al fondo. Podrás sujetarte a un árbol y desde ahí, llegar a un acantilado con el Ídolo Valle Bodhisattva y un lago abajo. Cuidado con la cosa que se ve al otro lado, es peligrosa.
- Jefe: Simio guardián.
Al acabar con él conseguirás el Trofeo Simio Guardián y el Dedo delgado (permite crear la herramienta de protesis Silbato). Al acabar con él, cerca de las raíces donde se encontraba, verás el Ídolo Abrevadero del simio guardián y un espacio por el que colarte bajo el árbol.
Al fondo, conseguirás el Loto del palacio.
El fin de la serpiente
Utiliza un ídolo para volver a la Habitación de Kuro y habla con él, luego con Anna y luego con Kuro otra vez. Cuando termines, coge un ídolo hasta el Ídolo Cueva del Valle sumergido (el lugar al que te llevamos en Saltos de fe). Avanza hasta el madero que cuelga del saliente y mira hacia abajo... eso que ves es la gran serpiente puñetera.
Salta sobre ella para ejecutarla, conseguirás el Trofeo Serpiente gigante, unas Vísceras de serpiente frescas y podrás avanzar por la cornisa para recoger un par de objetos.
Regresa al Ídolo Cueva hendida y vuelve a la parte de los monos. Avanza hasta la estatua derribada, donde están los tengus, y verás que puedes seguir bajando por el acantilado, hazlo. El descenso es bastante simple, tan solo debes ir dejándote caer por las plataformas hasta llegar al fondo. Cuidado, el agua es venenosa.
Una vez abajo, busca este gran tocón. Verás que tienes camino a la izquierda y a la derecha. Empieza por la izquierda.
Al fondo darás con un grupo numeroso de monos, entre ellos uno albino algo más peligroso y varios materiales de mejora, tanto en el islote, como a su derecha, en el agua, y a la izquierda, en una cornisa. Vuelve al tocón gigante y esta vez ve por la derecha. Darás con un Oferente, y una cueva por la que seguir.
Mucho cuidado porque hay un par de enemigos que salen de las paredes y pueden darte un buen susto. Acaba con ellos y continúa, usando el humo como indicador de por dónde puedes pisar, hasta ver otra serpiente gigante. Al golpearla se apartará, pero las chimeneas de humo expulsarán veneno.
Lo que debes hacer es rodearla y cruzar una zona llena de lagartos venenosos, intenta no golpear el cuerpo de la serpiente mientras avanzas. Ve siguiendo el cuerpo del reptil y las nubes de humo, que te llevarán hasta la cabeza de la serpiente. Pégate a la pared que tienes a la izquierda en cuanto la veas.
Déjate caer por el lado de la izquierda y sube a la cornisa. Equipa el Ninjutsu del titiritero y actívalo matando al mono. Se subirá a una cueva y hará de señuelo para la serpiente. Cuando se lance a por él, usa el arpeo para subir.
Entra al edificio a toda prisa, antes de que la serpiente vuelva a su posición inicial. Avanza hasta el fondo para dar con las Vísceras de serpiente secas. Para continuar, mira hacia arriba y engancha el arpeo. Cruza el pequeño camino y sigue un poco mas para llegar a las Profundidades de Ashina.