Como en todos los juegos de este estilo ofrecidos por From Software, Sekiro: Shadows Die Twice no nos hace cargar la partida al morir o, simplemente, volver a un punto de control. Morir tiene consecuencias directas sobre nuestro personaje y el propio juego, y son algo diferentes de aquellas a las que estamos acostumbrados.
Para empezar, debes saber que existe un valor llamado Ayuda invisible, que se mantiene como máximo al 30%.
Este porcentaje indica la probabilidad de que al morir o haya consecuencias de ningún tipo. Si tienes suerte... pues no pasará nada si mueres.
En condiciones normales, al morir pasan cinco cosas:
- Pierdes puntos de experiencia.
- Pierdes la mitad de tu dinero.
- Los enemigos respawnean.
- Es posible que los NPC contraigan Dracogripe.
Resucitar en lugar de morir
Cuando tu personaje muere, es posible resucitar antes de ser enviado al último Ídolo. Para que esto suceda tienes que haber acumulado al menos una de las esferas rosas que hay sobre tu barra de vida.
Si te matan y tienes al menos una esfera llena, te dan la opción de Resucitar en lugar de morir. Esto te permite volver al combate con una porción de tu vida, pero ten en cuenta que aunque tengas más de una esfera llena, debes esperar un tiempo para poder volver a resucitar, o bien hacer un Golpe mortal para recargarlo. Es decir, no puedes resucitar en rápida sucesión sin más.
También es posible usar un objeto llamado Jinzo envuelto, que dejan caer unos pocos enemigos, para recuperar las resurrecciones que tienes disponibles. Ten en cuenta que si estás luchando contra un jefe de varias fases, si resucitas y luego consigues llegar al punto en el que usas un Golpe Mortal, cargarás la resurrección de cara a poder volver de la muerte si acaba contigo.