Esta es una de las tres misiones que se activarán al avanzar en la misión Patito feo, y que tenemos que completar para poder seguir con la historia. En este caso, se trata de acabar con el dragón que vimos al llegar a Kaer Morhen.
Eskel, uno de los tres alumnos de Vesemir, ha salido de la fortaleza para dar caza al colihendido antes de que se convierta en una amenaza aún mayor. En la entrada de la fortaleza darás con el rastro del brujo, aunque si no quieres tener que ir detrás de él, puedes usar la imagen bajo estas líneas para guiarte.
Desde la cabaña en ruinas darás con un rastro que debes seguir, hasta dejar atrás a Escorpión, el caballo de tu compañero, y el rastro de huellas se detiene: examina el árbol de la nueva zona de búsqueda y captarás el olor de la cabra. En realidad, si no quieres perder el tiempo, simplemente sigue el sendero que puedes ver en el mapa. No tardarás en dar con Eskel.
Tras discutir sobre quién es más guapo (literalmente), aparecerá el colihendido. No es más que otro lagarto con ínfulas, tras un par de espadazos saldrá volando. No puedes derribarlo, sólo tienes la opción de perseguirlo. Está perdiendo sangre y activarás el rastro al examinarla en una zona de búsqueda.
El rastro te llevará hasta una cueva, donde estará esperando el dragón. Por suerte, está malherido y no aguantará demasiados ataques. Al salir, te desafiará a una carrera. Deberías aceptarla, así volverás antes a Kaer Morhen. Además, ganando, conseguirás algo de Exp adicional. La misión termina al regresar a la fortaleza.