Para aumentar la eficacia de las espadas es una buena idea bañarlas de los aceites especiales que podemos crear, preparados para dañar a determinados tipos de enemigos, tanto humanos como monstruos. Hay tantos tipos de aceites como familias de monstruos, y hay que tener en cuenta que hay que crearlos y usarlos antes de los combates, ya que una vez empieza la acción no se pueden untar las espadas con aceite.
Al igual que con las pociones, una vez que hayas creado un aceite este se quedará en el inventario, y cuando bañas la espada con ellos con cada golpe a un enemigo se quita un poco de aceite, hasta que ya no quede nada.
Al igual que con las pociones, podemos encontrar fórmulas cada vez mejores para los aceites, existiendo tres niveles de calidad: normal, mejorado y superior.
Estos son algunos de los aceites más importantes, que siempre tienes que llevar a mano:
- Veneno del ahorcado: el más efectivo contra los enemigos humanos, ya sean soldados o bandidos.
- Aceite para necrófagos: la guerra deja a su paso escenarios plagados de cadáveres, un festín para los necrófagos, uno de los enemigos más numerosos del juego.
- Aceite de espectro: la guerra también ha dejado muchas víctimas con asuntos pendientes, lo que ha aumentado el número de fantasmas.
La lista completa de aceites es la siguiente, y todos tienen tres niveles de potencia de daño: básico (10%), mejorado (25%) y superior (50%):
- Aceite para bestias
- Aceite para malditos
- Veneno del ahorcado
- Aceite para híbridos
- Aceite para insectoides
- Aceite para constructos
- Aceite para necrófagos
- Aceite para espectros
- Aceite para vampiros
- Aceite para dracónidos
- Aceite para ogroides
- Aceite para relictos