El Kulrut es la novena misión de la historia de Horizon Forbidden West. Comenzará al final de La fisura en el cielo, al concluir los eventos del baluarte en lo alto de las montañas.
Nos toca volver a la Arboleda, puedes hacer viaje rápido para ahorrarte la paliza. Ve hasta el fondo del palacio para hablar con Hekarro.
Escoge empezar cuando quieras (puedes ir a hacer otras cosas, pero sigues sin tener acceso a todo por ahora, tenlo presente).
Ve por el camino a la derecha de la plataforma, donde darás con un Alijo, bancos de trabajo y demás cosas que te pueden venir bien para prepararte. Avanza hacia el marcador al norte cuando te hayas preparado. Sube la escalera para hablar con Dekka.
Cuando recuperes el control de Aloy, dispara a las máquinas que se acercan, usando el cañón que te ha prestado. Si te quedas sin munición, hay más cañones a los lados, no te preocupes. Una vez los hayas eliminado a todos, sucederá algo. Porque, evidentemente, la cosa o iba a ser tan sencilla... Te las verás con una Reptívora.
Si consigues disparar a los orbes de su cola, se desprenderán y podrás usarlos como arma contra la Reptívora, eliminando fácilmente la mitad de sus puntos de vida y destruyendo una buena cantida de partes. Intenta apuntarle justo en la garganta para destruir los sacos, pero en realidad basta con que los disparos impacten para hacer muchísimo daño. Después, ataca hasta ver una secuencia. No olvides saquear los restos antes de perseguir a tu objetivo, subiendo por los escombros.
Por el camino te las verás con un par de soldados, nada que no puedas solucionar rápidamente. Cuando recuperes el control de Aloy, desciende por la trampilla e interactúa con la consola. Después sube la trampilla y habla con Dekka. Al terminar la secuencias, haz viaje rápido a la Base (o ve a pie, como prefieras), para hablar con GAIA y completar la misión. No te dejarán avanzar con las otras IA, antes tendrás que completar La cuna de los ecos.