Semillas del pasado es la duodécima misión de la historia de Horizon Forbidden West. Es una de las tres misiones de IA, en nuestro caso la activaremos después de completar El mar de arena. Si has seguido nuestra guía, te harán hablar con Varl antes de continuar.
Cuando haya terminado, nos toca otro larguísimo viaje hasta la ubicación del objetivo, en este caso en el extremo oeste-noroeste del mapa.
Deberías poder hacer viaje rápido hasta El Baluarte, desde ahí acortará enormemente el viaje. Verás una secuencia poco antes llegar a la ubicación. Al terminar, debes derrotar a un grupo de guerreros.
Ojo porque son mas hábiles en el cuerpo a cuerpo que los Rebeldes, aunque tampoco son una gran amenaza. Sigue después con tu camino hacia el marcador, estará a unos 200 metros, es el Invernadero.
Avanza hasta ver la puerta del búnker. No podrás cruzarla: entra por la puerta a su izquierda y usa el Garfio para arrancar un trozo de la pared y así poder avanzar a una pequeña habitación con un conducto de ventilación. Usa el Garfio de nuevo para arrancar la placa y atraviésalo. Al trepar llegarás a una sala con una consola que debes activar. Nuestro objetivo está claro: debemos ir a la estación Hiedra.
Cuando termine la secuencia, baja en rappel por la ventana izquierda y ve eliminando a los soldados. Si puedes, en sigilo.
Después de despejar la zona, busca el edificio con el neón "OAK" en la fachada.
Se entra por la fachada izquierda, verás una secuencia nada más abrir la puerta. Al terminar, usa las consolas, baja la escalera y cruza el túnel. En el cruce, debes ir recto hasta una pared con Fulgorita. Vuélala y, en la próxima sala, al fondo a la izquierda, usa el Garfio para arrancar otro pedazo de muro y continuar. Sigue un poco más después de esto, y no tardarás en dar con una escalera que nos lleva a la superficie.
En la zona exterior hay varias máquinas hostiles. Tú decides si las eliminas o no. El objetivo es llegar al siguiente edificio y hacer caer la escalerilla del lado izquierdo disparando al anclaje rojo que la sujeta.
Arriba, al final de la pasarela, darás con un conducto, tira de la placa con el Garfio para cruzarlo y llegar a la siguiente estancia. En la parte inferior, debajo de la puerta cerrada, verás otra placa de ventilación a arrancar. Darás con una pared con Fulgorita, vuélala para abrir un acceso, ahora necesitamos una célula de energía para el panel, claro. Si te fijas, en las paredes hay unas baterías que se pueden mover, tras ellas hay objetos. Hay una llave en la del fondo a la derecha, cógela y úsala en la consola de la pared derecha.
Esto abrirá la puerta de al lado, tira de la plataforma hasta que Alva salte sobre ella (la plataforma se detendrá cuando llegues al punto indicado).
Ahora empuja la plataforma hasta el final del recorrido. Si ves que no salta, tira de la plataforma y vuelve a colocarla. Alva saltará automáticamente cuando esté bien puesta, y tras la conversación, podrás mover la batería de la pared izquierda, coger una célula de energía y colocarla en la sala donde hemos volado la Fulgorita. Ahora ya puedes subir y cruzar la puerta cerrada de hace un momento, saltar por la plataforma hasta la sala de enfrente y usar la consola.
Al acabar la escena, salta al agujero y cruza otro túnel. En la superficie, cruza la puerta y nada. Cuando llegues al espacio abierto te las verás con tu primer Alatemible, una poderosa máquina voladora.
Intenta apuntar a los depósitos de ácido. Si los haces estallar, el enemigo sufrirá daño, hasta el punto de que quizás palme en cuanto revienten en cadena. Después podrás llegar, por fin, a la Hiedra, donde encontrarás una consola que activará una proyección. Desde aquí es un corto paseo hasta el campamento, donde, con ayuda del banco de trabajo, podrás crear el Podazarcillos.
Regresa a la puerta del búnker, golpea la flor de metal y pulsa R1 para eliminar las enredaderas y llegar a la sala del núcleo. Tras las secuencias, regresa a la Base para entregar el núcleo de IA. Después de las revelaciones, comenzará la misión Tumba de Faro.