Avanzamos con nuestra historia de Nioh 2, después de haber completado La aldea de los cerezos malditos y haber conocido a Tokichiro. Antes de seguir, te recomendamos que completes la misión secundaria El bosque envuelto en oscuridad. Cuando estés listo, carga la misión desde el mapa.
La bestia nacida del humo y las llamas
- Nivel recomendado: 8
- Coleccionables en esta misión: 7 Kodamas, aguas termales.
Avanza por el único camino posible hasta el primer altar y una casa. Antes de torcer siguiendo el único camino posible, para un momento, hay dos enemigos haciendo guardia y, si quieres, puedes quitar de en medio al que está agachado con una flecha a la cabeza.
Luego, continúa por la pendiente que sube a mano derecha, verás otro enemigo colina arriba.
Mucho cuidado al girar y ver que pasas por una calle estrecha entre dos edificios con un par de enemigos: es una emboscada. Tienes delante a uno agachado, uno parado y otro patrullando por la calle... pero en cuanto se den cuenta de que estás ahí aparecerán un arquero al fondo, y otros enemigos saldrán de los edificios y saltarán de los tejados. Procura llevar ayuda. Cuando los quites de en medio, atento, porque en el callejón de la derecha encontrarás al primer Kodama de la misión.
Sube por la pendiente al fondo de la calle y continúa por las calles, no hay muchas posibilidades de desvío, la verdad. Sigue adelante y hacia arriba un poco más, no darás con demasiadas amenazas, hasta llegar a este punto:
Primero abre el atajo del final de las escaleras. Te permitirá llegar hasta aquí directamente desde el principio del nivel: el atajo conecta con la zona por la que subes desde el primer altar, girando a la izquierda en lugar de a la derecha. Después, vamos por el camino al segundo Kodama, por los tejados. No tiene mucho misterio porque no hay opciones de desvío: en cuanto estés en el tejado, ve al que queda a tu derecha y darás con la rana tras unos sacos junto al agujero del propio tejado.
Obvio, ahora tienes que ir por la zona del camino escaleras arriba. Darás con un templo con la neblina que ya conoces dentro. Al acercarte aparecerá un cíclope cojo con una maza. No es broma, coño. Lo que debes tener presente es que este enemigo se desplaza a golpes, pero es bastante fácil de esquivar. Acaba con él y abre la puerta del fondo. Baja por las escaleras, habla con Toyo y avanza un poco más hasta ver la salida, y a la izquierda, antes de salir, el tercer Kodama.
Sal de la cueva y avanza por un muelle hasta el segundo altar del nivel. La siguiente parte puede ser algo complicada. Sube por la calle, con cuidado del edificio que queda a tu izquierda y que está en llamas. Dentro habrá un humano grandote con dos hachuelas, acaba con él y fíjate en que, al avanzar, vuelves a estar en el reino Yokai (el campo de flores). Intenta no avanzar y mata a todos los Yokai menores con el arco, o atraerlos. Cuando avances un poco más, aparecerá un Yoki, uno de esos Yokai grandes con aspecto de ogro.
Intenta atraerlo a la zona del altar, para tener algo más de ventaja y poder moverte un poco en lugar de comerte golpes en el callejón, hasta acabar con él. Sigue avanzando despacio y atrayendo enemigos de uno en uno para evitar que te acorralen. Aún tendrás que derrotar a un Enki, uno de esos Yokai saltarines con lanza, para hacer que se disipe el efecto del reino de los Yokai y poder abrir los dos cofres cerrados que hay en las casas.
Cuando hayas disipado el efecto, antes de continuar, ve al altar, recupérate y entra en la casa que te mostramos en esta imagen. Encontrarás una escalera, baja y junto a la misma escalera verás una columna de madera rodeada de cajas. Encontrarás al cuarto Kodama entre las cajas.
Vuelve a subir las escaleras a la calle, continúa por el trazado (ojo a los nuevos Yokai tipo zombi: tienen la mala costumbre de saltar a por ti a toda velocidad) hasta pasar sobre un puente, y en el siguiente cruce, gira a la izquierda. Al fondo verás la neblina característica que dice "Uhmmmm vaya, de aquí sale un bicho que me quiere petar el cacas". Efectivamente, al acercarte aparecerá otro cíclope cojo como el de antes, acaba con él.
Sigue por el único camino posible, yendo hacia la izquierda al final del callejón, hasta pasar por delante de una casa donde saldrá otro humano con hachuelas, ojito. Sigue un poco más hasta encontrar el lugar que te señalamos en la imagen (cuidado con la puerta a la derecha, hay dos enemigos).
Si sigues por el camino señalado con el círculo naranja, llegarás hasta un callejón sin salida con un par de Gaki (los enemigos Yoaki pequeños y cabezones) y el quinto Kodama. Cruza la puerta que hemos ignorado hace un momento. Ojito al arquero sobre el tejado a tu izquierda: acaba con él y fíjate en que hay un Kodama en la esquina izquierda, recuerda su posición. Si en lugar de entrar al edificio que tienes delante vas hacia la derecha, verás un pequeño patio con dos enemigos, un cofre y un par de objetos. Después, sí, tendrás que entrar por la puerta del edificio en llamas.
Al entrar, sube la escalera para poder pasar al otro lado de la planta baja (no subas por la pasarela, déjate caer después de pasar por la plataforma central). Nada más bajar, a tu derecha, verás una pequeña habitación con neblina Yokai. Ya sabes lo que toca.
Ahora que has acabado con él, echa un vistazo a la planta baja. Fíjate en esta extraña pared con dos agujeros: NO LA GOLPEES, que esto no es Dark Souls.
Lo que debes hacer es usar un gesto del color que sea. Si aciertas, el muro se va. Si fallas, tienes otra oportunidad: usa otro color de gesto. El color correcto es al azar, tienes solamente dos intentos. Si aciertas, el muro se va, si fallas, tienes que derrotarlo y es un enemigo bastante bestia. Si lo quitas de en medio, podrás pasar al patio trasero y encontrar las aguas termales de este nivel.
De vuelta al edificio, sube por la larga escalera de mano y gira a la izquierda inmediatamente. Derrota al Enki y al zombi con arco y fíjate en que en la pared, junto al agujero del suelo, hay una abertura con una escalera que desciende hasta el tejado donde, hace un momento, ya te indicamos que había un Kodama, el sexto.
Si bajas por la escalera en este mismo tejado, llegarás a una habitación cerrada con neblina de la que saldrá un Yoki, que protege un cofre. En esta misma sala puedes bajar a unas cuevas con más neblina, un Gaki gigante, nada del otro mundo, y una puerta que puedes abrir para desbloquear el atajo al segundo altar. Vuelve a entrar al edificio en llamas y en la misma planta del Enki y el esqueleto arquero, busca un cubo que podrás "Tirar a patadas". Te aparecerá un indicador al acercarte, no te preocupes.
Déjate caer al hacerlo y busca, en la plataforma, otra cubeta exactamente igual. Verás que has apagado dos fuegos que bloqueaban el camino. Vuelve a subir por la escalera de mano larga de la planta baja, y esta vez rodea toda la pasarela hasta llegar a otra escalera que sube.
Nada más subir, a tu derecha habrá un Yoki agazapado, acaba con él para que no de problemas. Luego, rodea toda la plataforma, ojo a los dos zombis que hay a medio camino y al esqueleto arquero antes de pasar a la plataforma con neblina. Es un Gaki gigante, nada peligroso. Acaba con él, empuja el cubo y recupera al último Kodama, está tras la columna a la que llegas rodeando la zona por donde estaba el esqueleto arquero.
Cuando hayas acabado con esto en la última planta, fíjate en que cerca del Kodama hay una escalera para bajar. En la planta inferior hay dos Gaki (uno gigante) y un esqueleto. Acércate al borde de la plataforma que queda sobre el gran agujero del centro y recoge del cadáver la Llave de la Gran Forja.
Ahora baja por la escalera que hay junto al punto donde estaba el esqueleto para llegar al tercer altar, el que habrás visto tras una puerta cerrada en la planta baja. Úsalo y abre la puerta. Bien, antes de continuar, si has seguido nuestras indicaciones, habrás tirado una cuba de agua sobre el agujero llameante de la plataforma central. Sube las escaleras y déjate caer, llegarás a una catacumba con el reino Yokai activo. Busca al Ippon-Datara (el cíclope cojo) y acaba con él para desactivarlo y abrir un cofre.
Desde aquí podrás subir una escalera a un cofre y otra puerta cerrada desde este lado, que te lleva a la planta baja. Ahora sí: sube la escalera hasta la zona del agujero de la forja y abre las puertas rojas dobles del fondo. Nos enfrentamos al segundo jefe, Enenra.
Cuando acabes con él, recoge tus recompensas e interactúa con la luz naranja, como en el resto de misiones, para completarla. Al terminar, habrás desbloqueado al Herrero en el Santuario. Antes de continuar con la misión principal El santuario de la víbora, te recomendamos que completes Una voz en el ocaso y Oscuros presagios y La senda del discípulo del guerrero.
