Nioh 2 cuenta, a lo largo de sus muchas misiones de historia, con una cantidad bastante importante de jefes a los que derrotar. Para intentar ponerte las cosas fáciles, como hemos hecho otras muchas veces, queremos ayudarte a derrotarlos a todos. En este caso nos centramos en Kasha, el jefe de Las llamas enfurecidas.
Se trata del duodécimo jefe de la historia al que te enfrentarás. No es un combate especialmente difícil, pero es un jefe bastante guarro y responderemos con la misma moneda, por supuesto.
Kasha: ataques y cómo derrotarlo
El fuego que deja a su rastro o con ataques te hará daño constante. ¡Gracias, Capitán Obvio! Kasha suele atacar en combos de dos golpes cruzados con el látigo de fuego. El ataque tiene menos alcance de lo que parece, la verdad. Aparte de eso, puede golpear con fuerza el suelo frente a ella para crear una zona de reino Yokai o agitar el látigo para lanzarte una de las ruedas como si fuera una peonza. Estas peonazas puedes golpearlas para hacer que se detengan. Evidentemente, también puede cargar contra ti, haciéndote daño al impactar.
Aparte de eso, tiene la puñeterísima mala costumbre de hacer aparecer Gaki de dos en dos constantemente. Eso es tremendamente molesto, porque si te pillan en un renuncio, el jefe aprovechará para acabar contigo en cuanto te despistes. Lo que tienes que hacer es aprovechar que el enemigo es grande, lo que implica que los ataques de multiimpacto harán daño extremo: el jutsu de las columnas de agua, el ataque Yokai de Yatsa-no-kami... todo lo que sea golpear varias veces sobre el mismo punto será muchísimo daño.
Obviamente, los ataques de Agua hacen más daño y consumen su Ki a toda velocidad. La verdad, no es un jefe especialmente complejo, menos aún si le echas un Talismán de pereza encima.