Death Stranding coge velocidad mientras el fin se acerca. Después de solucionar asuntos pendientes en el Episodio 9: Higgs, es la hora de intentar solucionar el nuevo problema que se nos plantea. Tendrás que repatriar nada más recuperar el control.
Al terminar todo lo que tienen que decirte, que pinta chungo que te cagas, te darán un encargo fuera de lo normal.
Vuelve a Lake Knot City
Tu misión es desandar TODO el camino hasta el terminal de Lake Knot, en el extremo nordeste del mapa. Hay algo menos de 7 kilómetros desde tu posición. La buena noticia es que la red quiral está ampliada al máximo, así que puedes usar tirolinas, carreteras... Además, no hace falta llevar carga. Así que te recomendamos que, en cuanto des con un terminal, fabriques un exoesqueleto todoterreno y otro acelerador: cuando no estés escalando una montaña, usa el acelerador si no tienes vehículos a mano. Lleva dos o tres CQP normales para poner generadores, por si se agota la batería. No tenemos mucho más que explicarte a estas alturas, ¿verdad? Quicir, has llegado hasta aquí... ya sabes viajar. Ahora demuestra que sabes sobrevivir en el camino de vuelta.
Obviamente, te enfrentarás a todas las amenazas naturales habituales: declive, zonas de EV, campamentos de MULAS, campamentos terroristas... queda a tu elección personal cómo afrontar estos peligros. Nada más empezar el viaje sonará Not around, de Low Roar.
Por el camino recibirás varias llamadas por el Codificador, que te irán dando algo más de información de lo que va pasando... aunque no demasiada. Ojo a los EV: ahora aparecerán siempre varios Absorbedores directamente. Recuerda que basta con huir de ellos para que desaparezcan y el declive pare durante unos minutos. También puede ser una buena ocasión para entregas perdidas. En cuanto llegues a Lake Knot verás una secuencia.
Conseguirás el Trofeo Soy tu Die-Hardma y pasarás al Episodio 11: Clifford Unger.