Localización del jefe Oda Nobunaga
Oda Nobunaga es el primer jefe que nos espera al final de la misión La aparición del rey demonio.
Para llegar hasta este jefe primero habrá que completar la zona de las rocas flotantes para llegar a un palacio. Una vez en el palacio acaba con los cuatro jefes que te esperan en cada una de las esquinas del palacio para poder subir en el ascensor central.
Al salir del ascensor sube un tramo de escaleras y entra por la primera puerta doble que verás para llegar a la zona en la que lucharás contra el jefe.
Cómo derrotar al jefe Oda Nobunaga
Pese a que es uno de los últimos jefes del juego es bastante fácil de completar, además solo hace falta quitarle tres cuartos de la vida para tener una escena con la que finalizará la misión.
Los combos del jefe son muy básicos y predecibles por lo que no tendrás problemas de esquivarlos. Los combos siempre los termina con un ataque lateral o con un fuerte golpe en el suelo que dará tras dar un giro lateral.
El espíritu guardián de este jefe tiene forma de pavo real. Tiene la propiedad de otorgarle un total de cinco elementos diferentes y cada uno de ellos le ofrece diferentes ataques.
- Rojo: Su espada se envuelve en llamas y todos sus ataques te producirán quemaduras con las que perderás vida poco a poco. El jefe se podrá teletransportar encima de tu cabeza para realizar una caída en picado, al caer generará una explosión a su alrededor.
- Verde: Con este elemento el jefe podrá lanzar hasta tres ondas paralelas de color verde como ya hicieron otros jefes anteriormente.
- Azul: Con este elemento el jefe creará un total de cinco cristales alrededor de tu cuerpo. En cuanto se cree el último los lanzará todos casi a la vez en tu posición.
- Morado: Con este elemento el jefe creará unos enormes círculos morados por el suelo. En caso de pisar uno de estos círculos explotará como si de una bomba se tratasen.
Amarillo: Con este elemento el jefe hará que caigan un total de siete truenos en tu posición, y que te irán persiguiendo según te mueves. Ten en cuenta que durante la caída de los truenos el jefe se puede mover con total libertad.