Revelación es la decimoctava misión de historia de Starfield. A lo largo de esta guía te ayudaremos a completar todos los objetivos de la misma, punto por punto, añadiendo algún que otro pequeño consejo y por supuesto, evitando al máximo los spoilers de la trama. Esta misión comenzará automáticamente cuando hayas completado Desentierro.
Antes de nada, recuerda que puedes ir a encontrar nuevos Templos y así hacerte con más Poderes de cara a la batalla que se avecina. Aún no podrás desbloquearlos todos, pero recuerda que debes colocar los Artefactos en el Armilar (en el panel de la cabina de tu nave o en el puesto donde lo hayas instalado) para que Vladimir te señale la ubicación de alguno nuevo.
Cuando Vladimir deje de señalarte nuevos templos, ve a Masada III, el objetivo de la misión.
Al llegar a la órbita del planeta pueden pasar tres cosas:
- Si te aliaste con el Heraldo, aparecerán la Scorpius y más naves de Estelares.
- Si te aliaste con el Cazador, aparecerán la Helix y más naves de Estelares.
- Si no te aliaste con ninguno, aparecerán la Scorpius y la Helix con apoyo de otras naves Estelares.
Tendrás que aguantar hasta que aparezca ayuda (si te aliaste con uno de los Estelares. Si no, tendrás que derribar todas las naves por tu cuenta) para luego poder aterrizar.
Dirígete al Templo enterrado, en la superficie del planeta. Mucho cuidado porque, al ir a cruzar el puente te atacará Guardia Musa, un Estelar que hará aparecer un montón de clones. Tienes que acabar con todos para poder avanzar. Más adelante te espera Guardia Athalaiah, que se servirá de un pelotón de Ecliptic para intentar detenerte. Después sigue el marcador para abrir la puerta del Templo Enterrado.
Cuando por fin entres, gira a la izquierda para bajar unas escaleras y avanza para que... pasen cosas que no vamos a explicar. Una vez puedas avanzar un poco más, tendrás que eliminar a más Estelares. El enemigo irá acompañado de robots, puedes buscar la consola para desactivarlos o ponerlos en su contra, o ir a las bravas.
Una vez hayas despejado la zona, la ruta del escáner te llevará hasta la Llave de la base de Ecliptic, que te permitirá seguir avanzando por las instalaciones. Ahora, ve a la puerta que hay en la planta baja del lado opuesto por el que entraste para dar con una puerta que puedes abrir con la tarjeta. Es posible que el marcador de la misión falle y tengas que buscarla manualmente. Seguirán pasando... cosas raras. No te preocupes, no es nada que no puedas solucionar.
Al final llegarás a un ascensor que te permitirá ir a lo más hondo del complejo. Verás que hay un gritón de munición y hasta alguna armadura y armas, si por lo que sea se te ha olvidado traer alguna. Ya, no es buena señal, ármate hasta los dientes.
Un poco más adelante te atacará un grupo de enemigos controlados por un Estelar, no hay ninguna novedad respecto a los combates anteriores... bueno, sí, hay una. Tú fíjate bien en los enemigos y, cuando acabes con el Estelar, podrás avanzar y recoger el último Artefacto. No obstante, antes te las verás con el Cazador, el Heraldo o ambos, en función de tus decisiones antes de este punto. Puedes intentar usar la persuasión o atacarles. Sinceramente, llénales de plomo al uno, al otro o a los dos. Dos contra uno, mierda pa cada uno.
Si acabas con ellos, recibirás un arma única de cada uno: la Violencia sin disimulo del Cazador (un fusil Orión único) y La Puerta de la Eternidad del Heraldo (un Inflictor de Va'Ruun único). Obviamente, si te los cargas a los dos, te dan las dos. Vas a tener que perseguirles por más de un lugar, ve tras ellos cada vez que veas que se retiran. Una vez acabes con ellos, recoge sus armas y artefactos.
Después podrás coger el último de los Artefactos. Sí, acabas de reunirlos todos. Cuando salgas al exterior se activará Un paso gigante, la última misión del juego.