El despertar en prisión es la primera misión de la historia de Dragon's Dogma 2. Una vez haya terminado la introducción, podrás crear a tu personaje, escogiendo aspecto y vocación (podrás cambiarla más adelante). A efectos de la guía, nuestra vocación inicial es Caballero. Por ahora limítate a seguir el marcador, el capataz de la mina. Porque qué mejor manera de empezar un viaje de gloria que desde abajo. Desde debajo de la tierra, vamos.
Pronto te enseñarán a encender la linterna y a recoger objetos pesados.
Tienes que bajar, coger una roca y subirla hasta el punto donde se encuentra el tal Rook. No tienes que dejarla donde las deja uno de tus compañeros, sino a su izquierda, junto al personaje al lado del fuego.
Tras la secuencia, sube la pendiente para ver que, evidentemente, no te pagan suficientes pluses de peligrosidad por este curro. Lo que viene ahora es un tutorial básico de combate, no un jefe propiamente dicho.
Una vez el bicho no sea una amenaza, corre tras tu amigo. Que igual no es tu amigo ni te cae bien, pero dadas las circunstancias... El caso es que cuando termine la secuencia, pasarás a Comienza la aventura.