La peste dracónica es uno de los mayores horrores que puedes presenciar en Dragon's Dogma 2. Se trata de una enfermedad de los peones, que es prácticamente indetectable si no prestas mucha atención y cuyas consecuencias son desastróficas, terrororosas y con potencial para hacerte perder horas de partidas hasta recuperar la normalidad.
Aquí vamos a explicarte cómo se detecta y "cura".
¿Qué es la peste dracónica?
En algún momento del juego, mientras avanzas, al descansar en una posada te darán el tutorial de la peste dracónica. No entran en muchos detalles, solamente que es una enfermedad que contraen los peones.
Piensa en ello como un estado alterado que ti Arisen no puede contraer. Cuando veas el tutorial, es porque uno de tus peones lo ha cogido, puede ser tu peón principal o uno de los que has invocado.
A partir de este punto, la enfermedad se irá desarrollando. Pasado un tiempo, si no lo solucionas, al descansar en una posada, el peón infectado se convertirá en dragón durante el descanso y exterminará a todos los habitantes. No obstante, en esta situación no necesitas resucitar a todos los fallecidos en la cripta de Vermund o Batthal. Si dejas pasar unas semanas, los NPC importantes (necesarios para misiones principales, mercaderes, posaderos...) resucitarán automáticamente.
¿Cómo se contrae la peste dracónica?
Aún no hay una respuesta clara a esta pregunta. Existe la teoría de que se activó para todos los jugadores en línea cuando alguien acabó el juego por primera vez, aunque esto haría que cualquiera que jugara offline no pudiera contraerla, cosa que sí que sucede. Nuestra teoría es que la provocan los dragones al agarrar a tus peones. Si te fijas, cuando un dragón agarra a tu personaje, simplemente lo estampa, pero cuando agarra a un peón, le vuelve "loco" temporalmente, poniéndole en contra de tus personajes. El brillo en los ojos del dragón tampoco se puede pasar por alto.
Si este personaje queda infectado a partir de este punto o no es la gran duda, pero es la única teoría plausible a la que hemos llegado, salvo que simplemente sea una cuestión de tiempo que suceda sí o sí.
¿Cómo se detecta la peste dracónica?
Al margen de esa ocasión en la que te adelantan que tienes un personaje infectado, a partir de este punto cualquier personaje infectado presentará tres síntomas, que se irán haciendo más frecuentes al avanzar la infección:
Las primeras son la desboediencia y agresividad. Si un personaje empieza a ir demasiado por libre, si afirma tener muchas ganas del siguiente combate, o se muestra irrespetuoso con el Arisen, es un buen indicador. La segunda cosa a tener en cuenta y que verás cuando te detengas son unos fuertes dolores de cabeza. El personaje, como puedes ver en la imagen bajo estas líneas, se agarrará la cabeza con movimientos bastante evidentes.
El tercer síntoma es el síntoma final: ojos rojos brillantes. Ojo, no se trata de que el peón tenga los ojos rojos. Se trata de un tono escarlata muy fuerte. Hay peones con ojos rojos sin más, pero si te da la impresión de que brillan demasiado... ahí hay tomate. Tomate de sangre que va a salir del pellejo de la ciudad.
¿Cómo curar y evitar la peste dracónica?
La única cura que hay es la muerte. Si detectas a un peón infectado, tíralo al agua. No vale matarlo en combate y resucitarlo, debe volver a los Piélagos y la falla. No tengas la mala leche de devolverlo a la falla sin más, que entonces el problema se lo come otro. Si es el tuyo, recupéralo, si es uno ajeno, puedes reinvocarlo desde alguna piedra de falla. Recuerda quitarles los objetos que te carguen, para no perderlos.
Lo que sí que puedes hacer es evitar sus efectos fácilmente. ¿Cómo? Bueno, pues no durmiendo en posadas. Puedes descansar en campamentos, dejar pasar tiempo en las tabernas o los bancos... pero la peste sólo ataca cuando duermes en una posada. Como consejo adicional, recuerda mirarles los ojos a tus peones antes de usar una posada. Si tienes la más mínima sospecha de que tienen el tono escarlata de la peste, al agua con ellos.