Legado es la decimosexta misión de la historia de Dragon's Dogma 2. Comenzará al terminar El gigantus guardián y es, técnicamente, la última misión de historia. Debes tener presente que tienes que seguir nuestras instrucciones si quieres ver los dos finales, siendo el segundo el que comprende todo el endgame real del juego.
Nada más empezar tienes que aguantar unos minutos en el combate contra el falso Sovran y sus peones. No es cuestión de ganar, simplemente debes esperar o hacerle suficiente daño para ver una secuencia. Cuando termine, tendrá lugar la elección del final que verás. Si quieres verlos todos en una única partida, sigue nuestras instrucciones:
Final malo
Empieza por ir a por el final malo. Para ello, simplemente márchate. Cuando termine la secuencia, carga la última partida guardada y estarás de nuevo frente al combate contra el impostor.
Final Paz
Esta vez, en lugar de huir, acércate y ataca al dragón. Después es muy importante que no intentes hacerle daño mientras vuelas. Al llegar a vuestro destino, ahora sí, enfréntate a él. Se comporta como cualquier otro dragón, así que deberías saber cómo acabar con él. Cuando todo esté tranquilo debes sentarte en el trono y no hacer nada más hasta el final. El juego te dejará otra vez en el menú principal. Carga la última partida guardada
El mundo sin amarras
Después de terminar con ese final, no escojas reiniciar el juego. Vuelve a cargar la partida y estarás en el salón del trono. Durante los créditos, habla con el personaje azul a la izquierda del trono.
Verás una corta secuencia, y luego debes volver a hablar con él, estará entre la gente, en medio del salón. Esto te llevará de vuelta a lomos del dragón. Tienes que moverte hasta estar sobre su corazón, abrir el inventario y usar el Azote de Dioses potenciada. Tras las secuencias, pasarás a El mundo sin amarras.