Además de los enemigos comunes que nos podemos encontrar repartidos por todo el mapa y los jefes finales que nos encontramos en la historia principal, en The Legend of Zelda: Breath of the Wild hay una serie de subjefes que se distinguen del resto, tanto por su tamaño como por aparecer su nombre en pantalla, advirtiéndonos que se trata de un enemigo especial.
Estos subjefes son los Petrarok, los Hinox, los Moldora y los Centaleón, y los encontraremos repartidos por todo el Reino Hyrule, y con distintas variantes de cada uno.
A continuación os explicamos las peculiaridades de cada uno de ellos, y cómo combatirlos.
A la hora de describir cada tipo, en la característica PE estamos hablando de sus puntos de salud, y en Nivel sería su nivel de experiencia, para que os hagáis una idea de su dificultad.
Petrarok
Los petrarok son unas moles de piedra cuyo principal ataque es lanzar sus brazos contra Link.
La mejor estrategia para combatirlos es destruir sus brazos con bombas, momento en el que se derrumbarán y deberemos subirnos a su espalda, y atacar un cristal, que es su principal punto débil.
Las mejores armas para golpear este cristal son martillos de hierro, lanzarrocas, aplastarrocas o machacarrocas, todas armas que podemos conseguir en la región de Eldin, que podéis consultar en la sección de la guía Armas. Si golpeas este cristal con otro tipo de armas le harás menos daño, y además la durabilidad de estas descenderá muy rápido, las acabarás rompiendo.
A veces también podemos encontrar que los petrarok tienen el cristal en un lateral, por lo que será más fácil golpearlo, sin necesidad de subirnos a su espalda. Así podremos golpearlo con armas de largo alcance, como las lanzas.
Como el resto de subjefes, el petrarok tiene distintas variantes, como el magmarok de fuego, que se encuentra en la región de Eldin, y que te quemará al menor contacto, a no ser que vayas equipado con la armadura ignífuga a nivel 2. Para que caiga al suelo, debemos golpearle con armas o flechas de hielo.
También tenemos el glaciarok de hielo, al que debemos atacar con espadas y flechas de fuego, y que debemos combatir equipados con la armadura orni mejorada al nivel 2.
Además tenemos unas versiones en miniatura, los gelirok, lavarok y litorok, que son bastante sencillos de derrotar a base de bombas.
Los petrarok se caracterizan por soltar gemas y minerales al ser derrotados, que son uno de los recursos más fáciles para obtener grandes sumas de dinero vendiéndolos en las tiendas y los mercaderes.
Consejos para acabar con los Petrarok
Hinox
Los hinox son unos cíclopes que siempre encontramos durmiendo, y si te mueves despacio a su alrededor no se despiertan hasta que los golpeas. Aprovecha para realizar un ataque cargado con un arma muy potente, y mientras se despierta y levanta, sigue golpéandolo. También puedes aprovechar mientras duerme para robarle los objetos que tiene encima, para lo que es recomendable tener equipada una vestimenta con una bonificación en sigilo.
Cuando se haya levantado ten cuidado con sus ataques a distancia, ya que coge árboles de su alrededor y los usa de armas, y aprovecha para alejarte y dispárale flechas al ojo, siendo especialmente efectivas las explosivas. A veces se protegen el ojo con una mano, pero sé paciente y espera tu oportunidad, ya que al final quitará la mano.
Algunos hinox tienen las piernas protegidas con piezas de armadura. Si es de madera dispara flechas de fuego, si es de metal utiliza flechas eléctricas, y le harás mucho daño.
Hay un hinox especial, el esquelético, que no es muy complicado de vencer, pero debes de tener en cuenta que cuando agotas su salud se le cae el ojo y debes eliminarlo, ya que sino volverá a resucitar una y otra vez.
Consejos para acabar con los Hinox
Centaleón
Estamos ante uno de los enemigos más duros que podemos encontrar en Breath of the Wild, especialmente el centaleón blanco y plateado, más desafiantes que los propios jefes finales.
Los centaleones se caracterizan por su variedad de ataques: ataques giratorios, barridos laterales, golpes elevados y embestidas. Todos ellos se pueden detener con guardias perfectas (explicamos este movimiento en la sección de combate), pero ya os decimos que no es sencillo, y si no os veis preparados es mejor esquivarlos.
Recuerda guardar partida manualmente antes de enfrentarte a un centaleón, y así podrás practicar y pillarle el truco a estos enemigos.
Las versiones más complicadas del centaleón (azul, blanco y plateado) también pueden lanzar bolas de fuego, que son bastante grandes y rápidas, por lo que la mejor estrategia para esquivarlas es echar a correr rodeando al enemigo.
Otro movimiento muy poderosos que realizan es realizar un gran golpe contra el suelo que genera una explosión de fuego. Antes de eso emiten un gran ruido, por lo que prepárate y aléjate, o si eres lo suficientemente hábil aprovecha para golpearle, y luego bloquea el golpe con el escudo.
La manera más efectiva de dañar al centaleón es disparle flechas a la cara, aunque no es sencillo. Si hacemos esto quedará aturdido, momento en el que podremos aprovechar para golpearle cuerpo a cuerpo. Una manera efectiva de hacer esto es con un arco multidisparo situándonos lo suficientemente cerca, o aprovechar zonas elevadas para lanzarnos apuntar en el aire, momento en el que se ralentiza el tiempo y poner apuntar con comodidad. Cuando esté aturdido nos podemos subir a él, como si fuera un caballo, y golpearle repetidas veces sin que afecte a la durabilidad de las armas.
Consejos para acabar con los Centaleón
Moldora
Los moldora son unos gusanos gigantes que podemos encontrar en el Desierto de Gerudo, y que se mueven por debajo de la arena. Basta con acercarse por las zonas arenosas de esta parte del mapa para que alguno te ataque. No intentes combatir con ellos con los pies en la arena, y cuando te percates de su presencia súbete en alguna roca.
Lanzas bombas como cebo, y si el moldora las detecta (aparece una interrogación sobre su cabeza), acudirá a por ellas para comérselas. Cuando la bomba esté en el vientre o la boca detónala, y quedará unos segundos aturdido, lo que tenemos que aprovechar para ir rápidamente a por él y golpearle.
Una vez se recupere, vuelve a tu posición segura y repite el proceso hasta vencerlo. Si te atreves, otra manera de combatir a estos enemigos es en la propia arena, esperar a que sumerjan para atacarte, esquivar su embestida y dispara una flecha bomba, con lo que también les dejarás aturdidos.