Además de los Recados especiales, existe un segundo tipo de misión secundaria: los Recados a secas, o Recados Exprés.
Estos recados te los dará un personaje muy concreto, el Mensajero de Recados Exprés. El funcionamiento es muy simple:
- Aceptas el recado: tendrás que conseguir un determinado número de objetos, o matar un enemigo concreto o una cierta cantidad de ellos. Puedes aceptar hasta doce a la vez.
- Terminar el recado: hablas con el mensajero y seleccionas Terminar recados para entregarlos.
- Recibes la recompensa en forma de más o menos Monedas Exprés.
Los Recados disponibles se irán reponiendo a medida que pase el tiempo. Es decir, no hace falta que los hagas todos, irán cambiando cada ciertos minutos así que si alguno no te apetece hacerlo, no te preocupes, no se irá quedando ahí hasta que no queden más que Recados "descartados".
El principal atractivo de hacer estos recados es lo que consigues a cambio de las Monedas Exprés o ME. Por un lado, tenemos objetos especiales. Los hay de todo tipo: desde anillos y colgantes hasta materiales bastante raros, que muchas veces te servirán para completar Recados Especiales. El inventario irá creciendo a medida que avances en el juego y vayas completando más recados.
Pero lo más importante es que hay otro tipo de recompensa y es que puedes comprar Recados Especiales para reclutar súbditos. Estas misiones serán tan fáciles como "comprarlas", ir a hablar con el personaje en cuestión y listo, completa. Nunca hará falta hacer nada más.
Lo más recomendable es que vayas haciendo, cada vez que tengas un rato libre, los Recados Exprés que tengas disponibles para completar en ese momento concreto. Misiones de entrega de objetos y cosas así. O si sabes que vas a pasar por una zona con enemigos de los que hay recado, perfecto. La idea es que vayas acumulando ME poco a poco para cuando te hagan falta.