Dark Souls 3 ofrece una presentación cronológica complicada y confusa. Como buena entrega de la saga, además, nos ofrece alguna que otra realidad alternativa, como es el caso. El mundo en el que tiene lugar Cenizas de Ariandel no es el mismo en que tiene lugar el resto del juego. Siguiendo los pasos de Ariamis, Ariandel dejó un cuadro por el que acceder al mundo en el que se esconde.
En este lugar, el pasado acecha en cada esquina. Sombras de hace varias generaciones, que irán a por ti en cuanto te despistes. Pero no te preocupes.
Algunos estarán de tu parte durante este largo y peligroso viaje. Y nosotros iremos contigo todo el tiempo.
Cómo acceder al DLC Cenizas de Ariandel
Como suele ser habitual, no se trata de abrir una puerta y ya está. Cenizas de Ariandel se encuentra en una realidad paralela y hay que cumplir una serie de requisitos para poder acceder:
- Haber llegado a la Catedral de la Oscuridad.
- Dirígete a la Hoguera Capilla de Purificación.
- Si has instalado la última actualización y el DLC, verás a un personaje postrado junto al altar.
- Si has completado La Ciudad Anillada antes de hablar con él, no estará el NPC, sino un objeto con el que interactuar. El resultado será el mismo.
Todas las zonas y mejor ruta para completarlas al 100%
El DLC, lógicamente, ofrece muy pocas zonas para explorar y la ruta a seguir no da pie a muchas variaciones. Ninguna de las zonas es opcional.
- Campo de nieve: explora la gélida zona de llegada al DLC.
- Asentamiento de cuervos: te mostramos la ruta para atravesar un pueblo maldito hasta la cumbre.
- Montaña nevada: los Seguidores se apiñan en un camino que debes cruzar para dar con la zona final del DLC.
- Cueva de las moscas: bajo la cripta de Friede hay un lugar que es, simple y llanamente, repugnante.