En las profundidades del pasado congelado en la pintura de un cuadro, todo es posible. Incluso la presencia de un recuerdo deformado por la presencia de un Latente, pero poderoso a fin de cuentas. Algo se esconde en las profundidades heladas del Mundo pintado de Ariandel, y tiene un protector. Un protector versado en los antiguos estilos de combate, y en el uso de bestias para la batalla...
Estrategia para derrotar al Custodio de la tumba del Campeón y el Gran lobo custodio
- Durante la primera parte, el Custodio de la tumba del Campeón lucha con un par de lobos a su lado.
- Lo primero que debes hacer es matar a los lobos. No son diferentes de los que llevas eliminando a lo largo de todo el DLC.
- No aparecerán más en todo el combate.
- El jefe no se comporta de manera diferente a la de cualquier otro humano. Puede hacerte parry y riposte si te despistas, bloquear tus ataques...
- También cuenta con potentes hechizos de hielo en forma de neblinas o aliento, lo que puede ponerte en serios aprietos.
- Cuando su vida baja lo suficiente, aparece el Gran lobo custodio. Se trata de un lobo gigantesco, más que cualquier otro que hayas visto en el juego.
- Céntrate en matar al Custodio de la tumba del Campeón cuanto antes. Es relativamente sencillo pillarle por la espalda. Procura no golpear directametne cuando tenga el escudo levantado. De lo contrario, te comerás el riposte.
- Con el humano muerto, el Gran lobo custodio no es peligroso más allá de que, evidentemente, sus ataques cubren mucho terreno.
- Tiene una cantidad de vida muy pequeña, verás cómo la barra desciende brutalmente con muy pocos golpes.
- Debes estar atento a cuando parezca estar "cargando", porque significa que lanzará un aliento de hielo. Igual que si fuera un dragón, de barrido, de izquierda a derecha, pero de hielo.
Al ganar el combate conseguirás los Huesos del Campeón y el arma Corazón valeroso.