La historia de Elden Ring: Shadow of the Erdtree está plagada de jefes. Entre los jefes obligatorios nos encontramos con Romina, la santa del brote. Te encontrarás con ella al final de las Antiguas ruinas de Rauh.
Cómo derrotar a Romina, la santa del brote
La verdad es que, entre los jefes obligatorios, es el boss más sencillo. Aunque pueda parecer imponente, tiene pocos y obvios ataques. Se balancea golpeando con los extremos del alacrán o golpea con el arma en dos fases. Si ves que se lanza al aire, se estampará sobre tu posición después de coger velocidad. También puede rodar sobre sí misma, embistiendo una o dos veces antes de volver a la posición normal.
Cuando le hayas hecho suficiente daño, levantará el vuelo y empezará a usar un nuevo ataque, un hechizo que hace aparecer mariposas que pasados unos segundos estallan. Es realmente el ataque más peligroso, porque cubre bastante área y suele dejarte fuera de juego como para que te alcance con otra cosa. Pero seguramente te preguntes ¿dónde está el truco? ¿Por qué es tan débil? Bueno, lo que pasa es que con sus ataques causa putrefacción roja y como recordarás, es virtualmente mortal al acumularse, procura ir curándola (lo más fácil es con el encantamiento Llama, purifícame) para evitar que la barra se llene.
Romina es vulnerable a un montón de cosas, pero las más interesantes son el fuego, el rayo y el daño sagrado, que puedes usar con muchísima potencia con cualquiera de los muchos encantamientos que tendrás a tu alcance. Además, puedes invocar a Dane Hojaseca justo antes de cruzar el muro de niebla, con lo que si además sacas tu lágrima mimética, aguantará menos que un polo en un invernadero de Almería.
Recompensas por derrotar a Romina, la santa del brote
- Recuerdo de la santa del brote.