Simon Manus será el decimoquinto jefe al que te enfrentarás durante Lies of P. Aparecerá durante el Capítulo 11 y es obligatorio acabar con él para avanzar y conseguir el Ergo del caído y el Brazo de dios.
Simon Manus: ataques, estrategias y cómo derrotarle
La primera fase es relativamente sencilla. Casi todos sus ataques son lentos y predecibles. Si llevas un Espectro, no te confíes porque puede golpear a su espalda con los barridos. Mucho ojo con acercarte demasiado, ya que su cuerpo hace daño al moverse durante los ataques. Si estás a media distancia puedes calcular el alcance de la maza, pero pegándote a él la cosa es algo más complicada. Cuando veas que clava la maza en el suelo, debes tener muchísimo cuidado. Si la deja en el suelo, huye. Va a crear una zona de daño que agotará tu barra de vida en un instante. Si esquivas ese golpe a un lado, desde cerca, usará un ataque de Furia, al que puedes hacer parry o esquivar en dirección a él, no tiene tanto seguimiento si estás justo debajo.
Al agotar su barra de vida, la cosa se complica. De entrada, durante toda la fase, si ves que aparece una bola amarilla sobre él, apártate y corre de lado. Esos rayos causan Disrupción y eso mata al instante. Después, están los combos. Si te alejas, usará uno muy particular y fácil de prever: rodará para acercarse, lanzando un rápido mazazo, al pasar de largo esperará un instante y lanzará otro mazazo que siempre te tendrá al alcance. Aquí es donde debes estar pendiente: si carga la maza a un lado, va a lanzar otros dos ataques circulares, en caso contrario, acércate y golpea. Mucho cuidado con alejarte porque lanza una onda de vacío direccional que agotará toda tu resistencia de un solo golpe.
En algún momento del combate verás que hace como un movimiento de aire hacia el suelo. Hasta que se pase el efecto, ve corriendo de él, ya que debajo de ti, a intervalos, saldrá una corriente de aire dañina. Por si esto fuera poco, a mitad de la fase, verás que invoca en esencia un tornado. Hasta que acabe el combate debes tener cuidado con una corriente de aire que aparecerá cerca de donde estés, ya que una mano irá bajando y, al golpear el suelo, provocará muchísimo daño en un área bastante grande. Si aprovechas la Piedra de amolar de perfección y un par de Guardias absolutas con tus artes de Fábula de guardia, además de la Égida, es un combate... bueno, no es fácil pero será sobrellevable. Más o menos.