Cuando termines con el largo comienzo que supone el viaje por el Campo de nieve, te habrás colado por los muros de una ciudad con bastante mal aspecto. Nada más salir de la casa por la que has entrado, ve recto y a la izquierda para entrar en una habitación con la hoguera Asentamiento de cuervos.
Ahora cruza el puente y ve tras los cuervos en dirección hacia la colina. No puedes abrir las puertas que hay por el camino. En la cuesta verás que hay un enemigo alto, eliminando a los cuervos, y que irá a por ti.
Usa un estoque y es bastante rápido, pero debería caer fácilmente. Una vez lo hayas eliminado, tienes que colarte por un callejón a la derecha, antes de la casa en la colina.
Tendrás que avanzar hacia abajo, con el acantilado a tu izquierda, con cuidado de los cuervos. A partir de este punto se volverán activamente agresivos y tratarán de empujarte por el abismo. Cuando llegues abajo, y justo antes de subir las escaleras que hay al pasar un par de escalones, verás que hay una puerta para entrar en una casa en la que solamente hay un par de enemigos. El camino a seguir es escaleras arriba.
Al llegar arriba, déjate caer por el lateral para aterrizar sobre el puente que puedes ver en la imagen.
Cruza el puente, entra en la casa y avanza por la plataforma de madera con cuidado. Saldrás a la parte que rodea el edificio, lo que te permitirá cruzar por una tabla al final del camino hasta el tejado. Verás un objeto en el centro, el arma Garras de cuervo. Si retrocedes y vuelves a cruzar el puente, llegas a una de las puertas cerradas de la planta baja.
Ahora hay que volver a subir las escaleras de hace un momento, pero esta vez sin dejarte caer al puente inferior. En esta ocasión, buscas la, puerta en la torre que tienes justo delante, en plena zona de los tejados. Ojo, no te caigas. Cuidado con los hechiceros.
Nada más entrar puedes dejarte caer por el hueco para dar con tres cuervos tóxicos y el Set de esclavo (es el que llevaba el Esclavo Gael, el NPC que te ha traído hasta aquí). Mucho cuidado si subes la escalera, continúas y ves al lagarto brillante en el puente: es una trampa. Al acercarte, te caerá encima otro de esos enemigos altos armado con garras. Si matas al lagarto consigues Titanita centelleante.
No vale la pena entrar en la torrecilla del fondo del puente, continúa por la terraza hasta el gran tejado del fondo. Hay un cadáver con un alma junto a la chimenea. Después, entra por cualquiera de las cuatro ventanas que tiene el tejado.
Cuidado con caerte de la viga en la que aterrizas. Abajo hay dos de esos cuervos altos que podrían matarte rápidamente si te despistas. Intenta acabar con uno, o al menos hacerle suficiente daño, sin bajarte de aquí. Flechas o magia. Cuando los elimines, del suelo podrás conseguir el Milagro Aureola de la Blanca Vía.
Al abandonar el edificio (la puerta solamente se abre desde aquí dentro), verás que estás en el cementerio que había en lo alto de la colina donde has encontrado al lagarto brillante del puente. Puedes abrir la reja antes de continuar hacia el objetivo, la casa del fondo.
Nada más entrar te atacará Sir Vilhelm, un NPC al que vimos antes, junto a la entrada de la catedral. En esencia, se comporta como cualquier caballero con espadón, además de poder curarse y usar el Arte de su espada, que la hechiza con magia oscura. Cuando lo derrotes, conseguirás la Llave de mecanismo y su arma, la Espada de ónice.
Ahora entra al edificio y ve al mecanismo del fondo, que podrás activar con la llave que acabamos de conseguir de Vilhelm.
Al hacerlo bajará una escalera del techo, sube y habla con el NPC que está sobre la mesa hasta agotar sus opciones de diálogo. Ahora sal por la única puerta abierta, déjate caer por el lado derecho del balcón, abre la reja hacia la habitación del NPC y activa la hoguera Paso de la montaña nevada.
Nuestro siguiente destino es, precisamente, la Montaña nevada.