Símbolos de rango es la décima misión de las Islas Temblorosas, el DLC incluido en The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. Esta misión comenzará al terminar El ejército desvalido, nada más salvar a la comandante de la facción a la que tuvieras que ayudar. Ve a hablar con Sheogorath y luego agota las opciones de diálogo con Haskill para saber qué hacer.
Busca información en la Hondonada Punta de Cuchillo
El marcador te llevará a una cortísima mazmorra en la que no tardarás en reventar una puerta con el objeto que te entregó Haskill y localizar a Dio.
Como no puedes pedirle un temazo, porque no es Ronnie James Dio sino un tipo que acabó aquí por saber demasiado, pregúntale por el bastón y te dirá lo que necesitas.

El ojo de Ciirta
Primero iremos a Las Salas Aullantes, el marcador que habrá aparecido al sudeste de Nueva Sheoth. Aquí, nada más entrar, tendrás que eliminar a un Apóstol. Aquí es donde tendrás dos opciones. La primera y más sencilla es matar a todo el mundo, llegar hasta Ciirta, acabar con ella y coger el Ojo de Ciirta de su cuerpo. De su cuenca ocular, más concretamente. La segunda empieza por ponerte la Túnica de Apóstol de ese primer enemigo al que has eliminado.

Con ella puesta, los otros Apóstoles no te atacarán. Ahora debes buscar al khajiita Ra'kheran y hablar con él. Resulta que te ayudará con Ciirta si le traes tres dagas. Evidentemente, Ciirta se irá al otro barrio de las dos maneras, así que tú decides.
El Árbol de las Sombras
El segundo objeto se encuentra en Milchar, el marcador noroeste.

Cuando entres, no tardarás en dar con la puerta a la Arboleda del Reflejo. Una vez entres, quítate todo el equipo que lleves encima. El motivo lo verás pronto, déjate caer por el agujero de la izquierda y sigue el marcador. Llegarás a un menhir y, al activarlo, aparecerá un clon sombrío tuyo, con el equipo que tengas puesto. De ahí el decirte que te lo quites todo. Ponte de nuevo tus trastos y acaba con esta versión tuya que está en clara inferioridad.

Tras acabar con la sombra, asegúrate de recoger la Desgarradora de Sombras que llevaba consigo. Esta espada o hacha (será una u otra en función de si tu valor de Arma blanca o Arma contundente era más alto que el otro al entrar aquí) está encantada y golpea más rápido que las versiones normales de las armas daédricas a las que se asemeja. Después recoge la Rama aullante.
Forja el bastón
Cuando tengas los dos objetos, en el orden que sea; regresa con Dio para que te diga más sobre cómo crear el bastón. Regresa al palacio de Nueva Sheoth, ve hasta el salón del trono y habla con Haskill para pasar a Las raíces de la locura.