El fin del Orden es la duodécima misión de las Islas Temblorosas, el DLC incluido en The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. Esta misión comenzará al terminar Las raíces de la locura. Después de imbuir el bastón en la fuente de la locura, se te acercará una guerrera de las sombras seductoras o los santos dorados (en función de si te convertiste en Duque o Duquesa de Manía o Demencia) y... bueno, parece que el Orden ha llegado al palacio. La Marcha Gris está aquí.
Repele a los Caballeros del Orden
En cuanto salgas, te encontrarás el patio tomado por el Orden. Empieza a echar rayos y truenos (o espadazos, martillazos o piedras. No discriminamos a los que no pueden usar magia) y acaba con todo lo que se mueva.
Si hay daños colaterales... que no se pongan en medio. Tu objetivo es eliminar los Obeliscos del Orden recogiendo los corazones de los Caballeros y usándolos en los obeliscos.
Enfréntate a Jyggalag

Tras neutralizar los obeliscos, aparecerá Jyggalag en persona. O en monstruo. O lo que sea. Al final no es más que un tipo grandote con un espadón que tendrá problemas al entrar en las galerías, así que puedes freírle a hechizos o flechazos si quieres. Cuando acabes con él, te hablará y pasarás a El Príncipe de la Locura.