Miscarcand será la undécima misión de la historia de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. A lo largo de esta guía te ayudaremos a completar la misión de la mejor manera posible, siempre evitando tantos spoilers como sea posible para no estropearte nada. Esta misión se activará automáticamente al terminar La sangre de los divinos. Cuando entregues la armadura a Martin, te enviará a unas ruinas ayleid a buscarlo.
Atraviesa Miscarcand
Las ruinas de Miscarcand se encuentran al nordeste de Kvtach, el marcador te llevará directamente hasta ellas. Ten cuidado porque alrededor hay osos, bandidos y trasgos. Todos en el monte en alegre compañía. No olvides que es una ruina ayleid y eso puede implicar espectros. Lleva plata o armas mágicas, en vista de que está claro que Sam y Dean Winchester no van a pasar por aquí. El trabajo familiar no incluye Cyrodiil.

Si no tienes ninguna de estas armas (aunque en la misión anterior ya insistimos que recogieras las de los Cuchillas y de alguna manera te habrás cargado a los espectros de Tor Lara, digo yo), al principio de las ruinas habrá trasgos y zombis. Si miras a la derecha, a la zona inferior, verás el cuerpo de un trasgo con una Daga de plata. Un cuchillo de untar mantequilla contra fantasmas élficos, ya. Mejor que nada.

Si avanzas hacia el marcador, al cruzar una pasarela darás con una reja. Toca abrirla.
Abre la reja de la pasarela de Miscarcand
Salta a la zona inferior y busca un camino bajo la pasarela que va al oeste y verás un arco con un pasillo detrás.

Darás con unas escaleras y el interruptor al subirlas, a mano derecha antes de la salida de la pequeña sala a la que llegas. Luego habrá una placa de presión en el suelo para abrir otra reja y podrás cruzar la pasarela hasta Sel Vanua.
Cruza Sel Vanua
Nada más entrar en esta zona verás una sala grande con trasgos y esqueletos zurrándose la badana. Mira a la pared este y verás un interruptor que debes pulsar.

Si miras a la izquierda desde el interruptor verás una reja en un pasillo. Pasa de ella y ve por la salida de la esquina del lado opuesto. Cuando bajes las escaleras, no saltes a la zona inferior. Sigue todo el camino por la pasarela durante un rato y, tras cruzar unas criptas y bajar unas escaleras, verás un interruptor a tu izquierda en un pasillo. No lo pasarás por alto, no te preocupes.
Ahora puedes seguir el marcador hasta la puerta a Morimath.
Recupera la Gran piedra welkynd y sal de Miscarcand
Avanza por el primer pasillo y gira a la izquierda al bajar las escaleras (por la derecha es un callejón sin salida por ahora). Terminarás en una pasarela en la que, al fondo, puedes ver el pedestal élfico con la Gran piedra welkynd.

Cuando la cojas las escaleras subirán por los lados de la pasarela y aparecerán un par de zombis y el Rey de Miscarcand, un liche al que debes eliminar para recoger la llave de Miscarcand. Ahora vuelve por donde has venido, sal a la superficie y regresa con Martin para darle el cacharro. Tiene más ingredientes el ritual este que un plato de alta cocina. El caso es que pasaremos a la siguiente misión principal, La defensa de Bruma.