Como parte de sus contenidos adicionales, The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered ofrece las misiones de Caballeros de los Nueve, una de las expansiones originales del juego. En esta sección de la guía vamos a ayudarte a completar El Priorato de los Nueve, una de sus misiones principales. Esta misión en concreto comenzará al terminar El santuario del cruzado.
Llega al Priorato de los Nueve
La primera parte no tiene mucho misterio, ve hasta el marcador.
Encontrarás rápidamente el edificio, que evidentemente ha visto tiempos mejores.

Encuentra la Coraza del cruzado
Cuando entres, gira a la izquierda y mira el símbolo del suelo. Al interactuar con él se abrirá un camino oculto.

Una vez en el sótano, darás con una puerta al Hipogeo del Priorato. Al poco de avanzar se activará una barrera mágica y una serie de fantasmas se acercarán y hablarán automáticamente contigo. Después tendrás que derrotarles a todos, en combates uno contra uno. Una vez todos hinquen la rodilla, se retirará la barrera y podrás recoger la Coraza del cruzado.
Después de eso, habla con todos los fantasmas y agota las opciones de diálogo. En este punto se activarán una serie de cortas submisiones en las que recuperarás el resto de las reliquias.
La piedad de Stendarr
Tu primer objetivo serán los Guanteletes del cruzado. Dirígete al marcador, que te llevará hasta la capilla de Stendarr en Chorrol. Habla con Areldur y pregunta por los guanteletes. Después, agota las opciones de diálogo.
Libera a Kellen de su maldición
Tendrás que hablar con Kellen, el nuevo marcador de la misión. Habla con él de su maldición y tendrás que volver con Areldur. Te confesará que la maldición se puede levantar y te explicará lo que debes hacer. Tienes que rezar en el Altar de los Nueve, lo que te proporcionará el poder Imponer las manos (estará en la lista de magias), que debes usar con Kellen.
Aunque sufrirás una maldición que afecta a tu nivel máximo de Fatiga, se curará más adelante, no te preocupes. Después de que Kellen se encuentre mejor, podrás ir al marcador y recoger los Guanteletes del cruzado.

La furia de la naturaleza
Para recuperar las botas tendremos que ir al santuario de Kynareth, una ubicación marcada al oeste de La Ciudad Imperial. Cuando llegues, habla con Avita Vesnia y preugnta por las Botas del cruzado.
La prueba de Kynareth
Avita te enviará a una arboleda al oeste. Al poco de llegar, aparecerá el Guardián del bosque, un oso.

Ten cuidado y no le ataques bajo ningún concepto. Bloquea y aguanta sus golpes durante un rato. Tras un par de golpes, la roca que evidentemente se iba a mover en uno de los lados de la arboleda se apartará y podrás entrar en la Gruta de Kynareth, donde encontrarás las Botas del cruzado.
Sabiduría inmemorial
Vamos a ir a buscar el escudo de Pelinal. En este caso tendremos que dirigirnos hasta el Fuerte Baluarte, una mazmorra en la esquina sudeste del mapa. Se trata de una simple mazmorra con conjuradores y xivilais. Al final de cada camino, busca una manija que debes girar para abrir el siguiente punto, o bajar puentes. Tras cruzar el puente de madera verás unas placas en el suelo.
Puzle de las placas del suelo del Fuerte Baluarte

Verás que son tres placas y cuatro filas de placas. Tienes que pisarlas en el siguiente orden:
- Primera fila: placa izquierda.
- Segunda fila: placa central.
- Tercera fila: placa derecha.
- Cuarta fila: placa izquierda.
Libera a Sir Thedret
En la segunda zona, avanza hasta la segunda celda a la derecha y usa la manija junto a la reja para liberar a Sir Thedret.

Cruza las trampas del puente
Continúa por el único camino posible hasta que subas unas escaleras que llevan a unos puentes. Las manijas para activarlos están por el camino, pero ten en cuenta que hay unas trampas que lanzan dardos al acercarte.

Avanza despacio, pendiente de dónde empiezan a caer los dardos, activa las manijas y pasa tan rápido como puedas.
El puzle de las estatuas
La siguiente prueba es una sala con cuatro estatuas. Cada una de ellas tiene una manija en la base que las hace girar. Tienes que hacer que todas miren al centro. Sabrás que lo has hecho bien porque las llamas se apagan y puedes seguir el marcador.
El puzle de los cofres
En la última sala verás un gran cofre en el centro de una escalinata y cuatro cofres pequeños en cada pared a su derecha e izquierda. No tiene mucho misterio, colócate sobre la placa frente al cofre grande y dentro de él aparecerá un objeto. Ahora gira la cámara sin dejar de pisar la placa y busca la estatua en la que haya un "holograma" de un objeto que antes no estaba ahí.

El truco está en que el objeto que has cogido normalmente no coincide con el "holograma". Cada vez que coloques un objeto en un cofre, el "holograma" y el objeto del cofre central cambian. Así, lo que debes hacer es ir cogiendo objetos y colocarlos (si no coinciden) en cualquier otro cofre y recordar los hologramas de cada estatua. Si sabes que en la estatua central izquierda antes apareció una calavera, cuando aparezca la calavera en el cofre sabes que va ahí, aunque no aparezca el holograma.
Puedes ir colocando al azar hasta que tengas claros los hologramas de cada estatua. Si aciertas, la estatua se gira.
Recoge el Escudo del cruzado
Cuando todos los cofres tengan el objeto adecuado, podrás avanzar a la última sala, donde verás el Escudo del cruzado y un montón de pociones y pergaminos de hechizos.

Con él en tu poder, ya puedes abandonar la zona.
El sendero de los justos
Vamos a ir a buscar la maza. Para ello, tenemos que dirigirnos a la capilla de Zenithar en Leyawiin. Al entrar, deberías encontrarte con Carodo Oholin, un aspirante a cruzado. Luego, baja al Hipogeo de la capilla, elimina a los fantasmas e interactúa con la Tumba de san Kaladas. Te teletransportarán a un sitio donde parece haber un abismo. Si llevas las Botas del cruzado equipadas, podrás cruzar sin más y hacerte con la Maza del cruzado.
Regresa al Priorato de los Nueve
Cuando vayas a salir, la capilla será atacada por Auroranos. Acaba con todos ellos (ten cuidado de no matar a nadie en la escaramuza) y luego podrás nombrar caballero a Carodo, si quieres. Después, vuelve al Priorato de los Nueve y habla con Lathon al entrar (será automático). Recibirás las Grebas del cruzado y se activará la submisión final (Escudero fiel) para recuperar la panoplia de Pelinal.
La espada del cruzado
Escudero fiel te llevará a la Cueva de Palio subterráneo, al suroeste de Bruma. Aquí se activará la misión La espada del cruzado. No hay puzles ni nada por el estilo: avanza, aniquila y recupera la Espada del cruzado, pero no la equipes.

Resulta que el trasto está maldito. Ve hasta la capilla de Arkay, elimina a unos cuantos Auroranos e interactúa con el altar para purificarla y vuelve al Priorato de los Nueve para hablar con tus compañeros y pasar a la siguiente misión, La bendición de Talos.