Encontrar al Heredero será la tercera misión de la historia de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. A lo largo de esta guía te ayudaremos a completar la misión de la mejor manera posible, siempre evitando tantos spoilers como sea posible para no estropearte nada. Esta misión se activará automáticamente al terminar Entregar el amuleto.
Dirígete a Kvatch
Tu primer objetivo es ir hasta Kvatch, que al parecer se encuentra bajo asedio. Puedes hacer viaje rápido al sur de la ciudad, pero no al interior porque bueno, cosas de los asedios y tal.

Cuando empieces a subir por la colina (donde por cierto, si tienes la Edición Deluxe del juego encontrarás a Ilav Dralgoner, quien te ofrecerá una armadura exclusiva si completas Una herida en el tiempo), verás que hay algo arriba. Una vez en lo alto te toparás con un portal de Oblivion y una batalla campal.

Tras despejar la zona, habla con Savliano Mateo, uno de los caballeros que están por ahí y ofrece tu ayuda. En este momento se activará una submisión que debes superar para completar la principal.
La ruptura del asedio de Kvatch
Empieza por cruzar el portal a Plano de Oblivion. No tiene pérdida, es el portal llameante ovalado frente a las puertas de la ciudad. Una vez dentro, asegúrate de activar la misión en el menú Misiones para tener un marcador de objetivo. Si todavía no has estado en ninguno de estos lugares, te vas a encontrar monstruos daédricos: arañas daedra, xivilai que invocan bestias, temibles daedroth, dremoras acorazados...

También es habitual encontrar zonas de lava en lugar de agua. Es posible acortar mucho tiempo si tienes una buena resistencia al fuego y un hechizo de caminar sobre el agua. En cualquier caso, ahora tienes que seguir el marcador durante un rato.
Llega hasta la torre
El camino estará bloqueado. Los portones de guerra están sellados, así que debes rodear el camino por el oeste, acercándote al objetivo trazando una curva. No te preocupes, es fácil: es por donde no hay lava que te matará si estás dentro y por donde te atacarán enemigos.
El Festín de Sangre
Cuando llegues a El Festín de Sangre, el nombre de la torre, entra.

No te dejes intimidar por la pinta de la torre. Mejor, déjate intimidar porque hay bastantes dremora y xivilai en estas estructuras. Al principio resultará un poco confuso, pero la idea es llegar a lo alto de la torre. Para eso, el marcador te llevará en dirección a una puerta al oeste que te hará pasar a los Salones Desgarradores.
Desde aquí subirás una rampa y en la pared sur habrá una puerta a El Festín de Sangre, a una parte superior de la torre. El ascenso será similar durante un rato, pasarás por distintas salas que van hacia arriba, hasta un puente a otra torre, Expansión del Segador.

En esta torre, que no es más que una sala, sube para encontrar al Guardián de los sellos dremora, que porta la Llave del torreón de los sellos que vas a necesitar. Además, debes hablar con Menien Goneld, el tipo de la jaula. Retrocede por el puente y podrás abrir una puerta a la izquierda por donde seguir subiendo durante un rato. No tardarás mucho en encontrar un portal rúnico mientras subes por la parte central, úsalo.

Desde aquí, la siguiente puerta te dejará en Sigilum Sanguis, la cámara más alta de la torre.
Cierra el portal de Oblivion
En primer lugar despeja la sala de enemigos y no te acerques a la columna de fuego del centro, si te pegas a los pinchos que la rodean será muerte instantánea. Cuando hayas asegurado el lugar, sube por las rampas hasta encontrar un orbe, la Piedra sello del plano de Oblivion.

Al interactuar con ella conseguirás una Piedra sello que puedes usar para encantar armas y armaduras y se cerrará el plano, así que asegúrate de lootear todo lo que te interese antes de activarla.
Cuando salgas, habla con Savliano Mateo para que podáis recuperar Kvatch.
Recupera Kvatch
Ahora asaltaréis la ciudad. Sigue a Savliano y acaba con todos los daedra de la plaza para luego entrar en la Capilla de Akatosh para hablar con los supervivientes. Habla con Savliano para comenzar la siguiente submisión.
La batalla por el castillo de Kvatch
De nuevo, tienes que ir con Savliano Mateo eliminando daedra. Después, habla con él y te enviará a recuperar la llave de la casa de la guardia. Nada más entrar en la capilla un Soldado de la legión imperial se ofrecerá a seguirte temporalmente mientras liberáis Kvatch, nunca viene mal un poco de ayuda (especialmente si esa ayuda va acorazada).

Berich se negará a que vayas en solitario y te guiará. Por desgracia para él, es bastante posible que muera en el primer encontronazo con los daedra del Hipogeo de la capilla, así que recoge la Llave de la casa de la guardia de Kvatch y sigue el marcador. No hay gran cosa que explicar, se trata de un objetivo de asedio y eliminación con un objetivo sin rodeos ni tener que buscarte la vida para dar con una ruta que encontrar.
Tras cruzar un pasaje llegarás a la Palanca de la puerta, que es lo que estabas buscando.

Ojo porque el patio del castillo es una masa de enemigos importante. Pueden bloquear fácilmente el pasillo de entrada, lo que puede suponer una muerte casi instantánea si todos atacan a la vez. Céntrate en los xivilai, que son los que irán invocando más enemigos y si tienes magia con efecto de área, lánzala. No te preocupes por Savliano, no puede morir.
Ignora el marcador (Savliano se queda aquí empanao de la vida) y entra en el Gran salón, donde habrá más bichos a los que debes eliminar. Sigue avanzando por cada sala acabando con enemigos, solamente hay un camino, así que no tiene pérdida. En los Aposentos del conde darás con Ormelio Albillo.

El conde de Kvatch está un poco muerto, así que recoge su Anillo de sello coloviano y vuelve con Savliano. Te entregará una Coraza de Kvatch por tus esfuerzos.
Encuentra a Martin
Tras la odisea para recuperar un montón de ruinas humeantes, ve al campamento al sur de Kvatch para localizar por fin a Martin. Explícale la situación y cuando acepte, haz viaje rápido al Priorato Weynon (aparecerá contigo). Cuando llegues comenzará la misión