Encender los fuegos de dragón será la decimocquinta misión de la historia de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered. A lo largo de esta guía te ayudaremos a completar la misión de la mejor manera posible, siempre evitando tantos spoilers como sea posible para no estropearte nada. Esta misión se activará automáticamente al terminar Paraíso.
Dirígete al Consejo de Ancianos
Con todo listo, ve al Palacio de La Ciudad Imperial y sigue el marcador hasta la sala del Consejo. Cuando Martin llegue, habla con el Canciller supremo Ocato. En un momento dado aparecerán daedra: recuerda que Martin no debe morir o te obligarán a cargar la partida.

Llega hasta el templo del Único
Cuando salgáis, no te detengas a luchar, ve tras Martin hacia el templo del Único. Él no va a pararse así que más vale que le sigas. Una vez en el Distrito del Templo, protégele hasta que aparezca... "algo". Martin hablará contigo y dile que te siga hasta la puerta del templo del Único. Una vez dentro... el resto será historia.
Armadura de dragón imperial
Tras terminar la secuencia, Ocato se acercará a ti y te proclamará Paladín de Cyrodiil. Pregunta por la Armadura de dragón imperial. Tendrás que esperar dos semanas e ir a buscarla al marcador. La armadura será pesada si tu nivel de Armadura pesada es más alto, y ligera si lo es Armadura ligera. El aspecto es el mismo para ambas versiones.

Con esto habrás salvado Cyrodiil... aunque hay muchos otros reinos que podrían necesitar de tu ayuda.