Vuelve a ver a Noore en el lugar de la arena de combate. Paul De Pleur, uno de los generales de Pagan, tiene a su familia retenida y quiere que los liberes. Por lo visto están montando una fiesta y vas a colarte en ella.
Lo primero es ir a un almacén donde están cargando la comida para el banquete. Verás un camión fuertemente protegido por un puñado de solados y un perro, además se trata de una misión de infiltración: no pueden verte o el camión no irá a su destino.
Esta vez no se trata de pulsar las alarmas o no, si uno de los soldados da un grito de auxilio a sus compañeros, la misión fracasa.
Subir al camión no es tan difícil como parece a simple vista. Cuando te aproximes al lugar sube a un punto alto y marca a todos los soldados. Luego dirígete a la parte trasera de la casa, en las verjas laterales tiene aperturas únicamente protegidas por unos soldados despistados. Espera al momento adecuado y mata silenciosamente. Dentro de la caseta habrá otro soldado tirando unos cuchillos, rodéalo y sube al camión. Al final, no ha sido tan difícil, ¿verdad?
La segunda parte sí es un poco más y puede desesperar si lo único que quieres hacer es pegar tiros porque también se hace con sigilo. Hay que rescatar a tres rehenes en las casetas de esta aldea, y las callejuelas están pobladas por enemigos. A tu favor tienes que la mayoría están en posición estática, hablando, bailando o vomitando, y por tanto puedes ir agachado cerca de ellos. Además, cada rehén que sueltes es un punto de guardado y te puedes permitir fallar sin empezar todo de nuevo.
Los tres secuestrados están en casetas y apenas están vigilados por un soldado. El juego te recomienda que escondas los cuerpos, pero no es necesario a menos que al matar a un enemigo un compañero oiga ruido.
Al liberar a las tres personas toca ir a por De Pleur, que está en una casa apartada de la fiesta. Sube por la parte trasera y encontrarás a un encapuchado, libéralo y te intercambiarás por él. De Pleur llegará hablando por teléfono, después se llevará la sorpresa y lo golpearás en la cabeza. Ahora debes sacar su cuerpo de ahí y llevarlo a un lugar indicado. Ahora sí puedes armar todo el ruido que quieras.
El viaje de vuelta es bastante rápido, puedes cargar a De Pleur e ir atacando con el arma de una mano o dejarle en el suelo y plantar cara con todo lo que tengas. Cuando llegues a un garaje en el exterior de esta ciudad, mete el cuerpo en el maletero y arranca el coche, en tu huida te perseguirá algún vehículo. Amita y Sabal están cerca, ellos se encargarán del resto.