Ashen llega a su fin. Tras Unidos, ya tenemos todo lo necesario para restaurar el poder del ser mitológico, cuyos restos, por si aún no te habías dado cuenta, son esa enorme montaña que ves al mirar hacia arriba en Descanso. Saca todos los objetos curativos que tengas en el baúl, porque la verdad, te van a hacer falta. Luego ve a la gruta al nordeste de Descanso.
Cuidado, porque hay sombras y enemigos como los que ayudaban a al Sombra del Ashen patrullando la zona, además de alguna araña ocasional. Al llegar a la pendiente que baja hacia el lago, tienes que ir por la cornisa de la izquierda para poder avanzar.
Desde ahí, tendrás que avanzar por la cornisa, rodeando la hondonada y hacia arriba. No tardarás en ver una luz que indica que llegas a una zona mucho más amplia de la cueva, con un haz rojo que va hasta el techo. Rodea la zona para descender hasta el islote.
Sissna
El combate con Sissna se divide en dos partes. Durante la primera, la cosa es relativamente sencilla. Puedes limitarte a esquivar o bloquear sus ataques con el martillo y golpear un par de veces al terminar su combo, antes de que de un paso atrás para quedar fuera de tu alcance. El problema real vendrá cuando agotes su barra de vida y pase a la "fase araña".
Aquí tiene el mismo combo de su fase humana, pero golpeando al mismo tiempo con las patas de araña. Un impacto directo es muerte instantánea, incluso con la vida al máximo, así que más te vale que tu compañero aguante todo lo posible. Además, tiene la capacidad de lanzarse a toda velocidad a por ti: te alcanzará, así que procura quedarte quieto y bloquea el golpe en vez de esquivarla. No intentes atacar cuando termine su combo, porque las patas siguen golpeando. Puedes intentar vencerla "a lo guarro", usando la zona de lava del centro para que no te alcance y tirarle lanzas, pero tardarás una barbaridad. Suerte, te hará falta para poder terminar el juego.
