Ashen es un juego bastante críptico en muchos sentidos. Además, algunos de los elementos más típicos de los títulos de rol de este estilo no estarán disponibles, o estarán bastante escondidos. Así que es normal que te plantees preguntas que en otros juegos vendrán bastante bien explicadas. Para que no tengas ese problema, aparte de las preguntas habituales, aquí indicaremos cómo hacer algunas cosas bastante básicas.
Lo que tenemos aquí es una serie de entradas con los problemas que nosotros mismos nos hemos encontrado durante nuestra partida y sus soluciones, además de alguna que estamos seguros tendréis:
- Viaje rápido: si no quieres recorrer a pata el mundo entero, puedes hacer uso de una pequeña criatura para moverte entre las Piedras Rituales. Te contamos cómo hacerlo y cuándo se desbloquea esta opción del juego.
- Vender objetos: empezarás a tener problemas de inventario muy pronto. Y con tanto comerciante dando vueltas por el mundo, seguro que te surge esta duda. ¿Es realmente posible vender los objetos que te sobren para conseguir escoria?
- Guardar objetos: cuando veas que no eres capaz de cargar con más objetos, tendrás que empezar a priorizar lo que llevas encima y lo que no.
Si hay algo que quieras conservar pero no tienes espacio, busca el baúl de Descanso del Vagabundo.
- Calabacino Carmesí: el equivalente al Frasco de Estus de Dark Souls. Te contamos dónde puedes hacerte con este objeto curativo rellenable, además de qué es lo que puedes hacer para mejorar el número de usos y la cantidad de vida que puedes recuperar con cada trago.
- Subir de nivel: el juego no cuenta con un sistema de progresión de niveles y mejora de atributos propiamente dicho. No obstante, sí que tendrás la posibilidad de aumentar tu nivel de vida y energía máximos para facilitar las cosas.
